ENTREVISTA LOS AZOTES DEL EXILIO NOVELA

SEGUIR...

TRADUCTOR

DEDICADO A MIS PADRES

Friday, March 30, 2007

POEMAS


POESIA




ADELA SOTO ALVAREZ


Enséñame

Ámame así
Tal vez para saber que existo todavía
Que no es un realismo atroz el llanto en las paredes
Ni el silencio perenne que respiro
Enséñame a desterrar la agonía que tejo
Al sentirme excluida de tus predilecciones
Enséñame a vivir sobre este tiempo
A levantar los ojos y dejar de colgar de tanta desventura
A no ser solo anhelo, frustración, fracaso
Una mujer a oscuras sin nido ni palabras
Enséñame a beber del río de tu cuerpo
A ahogarme en tu silueta varonil y galante
A ser más que este pedazo de amor que se consume
Más que esta fiebre que me tensa
Ámame de una vez muy cerca de las hojas
En un rincón no importa
Pero ámame grave
Como un fuerte relámpago
Como indomable brisa siempre dispuesta a todo
ámame entera
Ahora
Sin prejuicios
Ni puentes

Que estoy pariendo a diario esta ausencia que duele





"

Sunday, March 25, 2007

POEMAS


"CANTO GEMENIANO"
ADELA SOTO




SI EXISTIERAS.

Te fabrico en mis sueños
Con entregas intensas
Te imagino integro,
Capaz,
Y desbordante
Como lumbre de sabores siniestros
Y siento pánico de una nueva embestida
¿Si fueras el amor?
Si fueras la realidad sobre la noche
Si nunca te marcharas de este anhelo incólume

Si fueras más que la distancia
Más que mi soledad a punto de estallido

Si en vez de escribir mi desahogo
Sintiera tu calor sobre mis labios.
Y me corriera lava en vez de frío

Si en vez de inventarte,
Existieras
Aunque fuera callado
Disperso
Fuera de este cerebro
Que te repite a diario.
Por favor... si existieras…



CANTO GEMENIANO.

Géminis vuelve con sus alas de seda
A trastocar mí ultima sinfonía
Precisamente ahora
En que ya no me quedan espejismos
Y no soy más
que un viejo barco a la deriva

Siento el fango como una bofetada
Pienso en los reptiles de bocas ponzoñosas
También creo que la calma no puede ser tan dócil
Y lo veo como un remanso suave
Y lo siento como un amor sin tiempo
Y lo busco a pesar del cúmulo de miedos

Géminis como latido
profundo
persistente
embrionario
Signo zodiacal que me antecede
Y asciendo por su espacio
A pesar del martirio de su incógnita
.

NUEVAMENTE.

Nuevamente el amor como relámpago
lleno de mariposas
Todas juntas y suaves
Todas desbocadas en mi pecho


No hubo consonantes
Ni siquiera palabras elocuentes
Que pudieran penetrar hasta el fondo

Solamente palabras al unísono
Palabras con palabras
Persistencia

Y eso fue suficiente
Para que mi endeble coraza
volviera a navegar sobre la tabla
A pesar de que no llegues
Con la mano extendida
Ni siquiera seas el bálsamo
En medio de este anhelo

Donde no si eres
O eres, y no sé
Donde tal vez regreses
a una tarde de enero

Donde jamás tus brazos se anclaron en los míos
Donde seguiste siendo
ese dulce espejismo
Que se aferra a mis sienes
como una enorme higuera/


NUEVAMENTE

Nuevamente confundida
Con esos ojos que laten,
se meten
y emancipan mi calma

A pesar del arpón
Y las clavijas
A pesar de este miedo
y tú distancia.


Monday, March 19, 2007

ARTICULO



EL COMISARIO DE LAS SABANAS

(450 págs.)

"En un enfrentamiento con la distancia"



Por: Adela Soto Alvarez



La narrativa suele olvidar los símiles, las metáforas y en ocasiones ronda el abismo del panfleto, pero éste no es el caso de la novela de Francisco Menéndez León (Cuba, 1951), quien se estableció en España en 1982 y actualmente reside en Miami.

El comisario de las sabanas aborda, entre otros perfiles, el de lo social, también el de lo histórico; si bien, tras una aproximación genérica preliminar, se nos revela que ante todo está el propio autor: su deseo de expresarse en absoluta libertad.

El cuerpo temático de esta detallada obra -con tantos ingredientes ligados a la savia ancestral de un hispanocubano-, se perfiló alrededor de 1983.

Escrita en un enfrentamiento con la distancia, en cada línea se refleja una realidad estremecedora de la Cuba de hoy, desgarrada y sumida en ell cautiverio que desangra el corazón y la palabra.

Además, la novela toca importantes sucesos de nuestra historia, los cuales van, como eslabones dialécticos, desde el fin del Siglo XIX, pasando por la romántica época de los tranvías habaneros, hasta llegar al inicio del movimiento izquierdista de la década del cincuenta.

Hasta aquí, tenemos una forma de acercarse a este libro, porque hay varias. Con el joven Tundidor se asiste al conflicto central, quizás el del propio novelista:

Tundidor es el hombre nuevo tan promocionado en nuestro país, y el cual no ha sido más que un esclavo de su propia clase. Esta novela, cuyo autor hizo todo lo posible por capturar muchos años de silencio y destierro, y por desmitificar donde procediera, es también un testimonio directo de los avatares que nos han marcado la piel y el alma.

Para Francisco Menéndez no fue fácil narrar desde el exterior parte de la historia de su generación, y especialmente conseguir que el toque de cubanía no dejara de fluir en cada línea, pero aún así, a pesar del distanciamiento y de la añoranza, el enfoque es preciso, lográndose que la ternura no faltara dentro de lo escabroso, que lo ideal y lo real resaltaran en su excelente historia.

Según nos adentramos en la obra, vamos descubriendo lo especial de su contenido, aquello que mueve a polémica, y por ende a la reflexión. En este libro tan hispano se muestran diferentes patrones de conducta dentro de la familia Pedro, Ofelia y Tundidor; y, entre anécdotas y discusiones verbales, se nos presenta el choque de la tradición versus modernidad.

Incluso, hay cientos de personajes más -estereotipos algunos-, paródicos muchos, ya que éstos van de lo sublime a lo ridículo, de lo grave a la farsa; y es que Menéndez, fiel a su tradición dramatúrgica, se proyectó hacia el centro, hacia la tangente entre el drama y la comedia: la farsa.

Francisco Menéndez, con su forma de decir, mediante un ritmo agradable y haciendo gala de un dominio increíble del idioma, se mueve de la seriedad a la sátira para conseguir la definición adecuada de los caracteres, para explorar interioridades, y conducir desde el presente al pasado a esa galería de individuos procurando no olvidar las pautas generacionales de cada uno. En suma, ECDLS es un grito de rebeldía, un ³yo acuso² contra las promesas incumplidas, contra la opresión y la represión.

Durante un período transcurrido entre 1983 y 2001, el responsable de este trabajo se dedicó a darle forma definitiva a todo lo que acumulaba en su mente y su alma; esas ideas, como reliquias del recuerdo, él sentía necesario ponerlas en manos del lector. ECDLS contrasta con la concepción de realismo descriptivo de la narrativa hispanoamericana de la anterior centuria.

Por supuesto que en la obra de nuestra reseña existe realismo, tal vez mágico, o ³socialista², aun cuando no se observa una permanente descripción lineal; a todas éstas, Menéndez es consciente de que su labor innovadora le podría acarrear objeciones por parte de algún sector de la crítica.

Los personajes se sitúan en dilemas claves, complicados y definitorios, como si atravesaran un conglomerado obligatorio de las calamidades que le son inseparables a la suerte del hombre contemporáneo.

Esta pieza literaria se encamina hacia la búsqueda de la identidad, tema muy característico de la época actual. La novela comienza en un punto de La Habana Vieja y se desarrolla en un ambiente caprichoso a veces, casi etéreo.

La trama, a su debido tiempo, pasa hacia los escenarios rurales hasta adentrarse en los montes, o en las cárceles, los campamentos militares, los espacios abiertos o cerrados, los cenáculos intelectuales, o por qué no el extranjero.

Y es que, a causa de ser un intento de novela totalizadora, la narración se pasea por múltiples escenarios, se hurga desaforadamente en el tiempo, en lo más distintivo del proceder social.

También, se contabilizan muchas expresiones desusadas y hasta palabras en peligro de extinción, ellas, como buen recurso, trabajan el desgarramiento, señalan la marcha horizontal del calendario.

Otro de los elementos técnicos es la polivalencia significacional de sus personajes: ese Pedro el sabio, ese padre entrañable, abnegado, alegre y simpático; ³impar en su género², representa un alentador contraste ante el despotismo ilustrado que padece la Isla hoy por hoy.

Unido a esto, palpamos cierta sensación de vaguedad expositiva, la que resalta al compararse a otros episodios donde aparece un narrador no dramático pero sí muy objetivo, aunque por momentos existe una marcada influencia del surrealismo.

A modo de otros añadidos, figuran el empleo de medios psicológicos, más la abundante experimentación en el campo lingüístico, consiguiéndose esto último sin perder la gran fuente de inspiración natural y espontánea.

El odio y la represión no dejan de mostrar el rostro en algunos relatos de lo cotidiano.Por circunstancias históricas ajenas al acaecer literario propiamente dicho, este escritor busca la luz del mundo, y, más allá del mensaje que transmite, se agazapa indomable la certeza en la esperanza futura.

Creo que la razón de este libro, editado en EEUU en pleno Siglo XXI y en medio del dolor del exilio, es atravesar el tiempo. Cuando llegue la hora de poner la patria en orden, sería bueno que tantos autores, esparcidos ahora por el ancho mundo, pudieran estar allí atrapando la historia.


Friday, March 16, 2007

COSAS DE LA CUBA DE HOY


Perpetúa Remembranza
(Ola represiva del 2003)


Por: Adela Soto Álvarez




La memoria es algo que arremete contra nuestra psiquis inevitablemente, y nos lleva de la mano a la remembranza perpetúa, por eso hoy estoy triste, pues próximamente dos fechas se enlazan en mis recuerdos. Una la muerte de mi madre después de un inmenso registro a mi domicilio y una noticia que nunca debieron darle.
La otra es que se cumplen cuatro años de aquel 18 de marzo del 2007, para mi “la noche de truenos”, donde el gobierno cubano lanzó una cruel ofensiva contra mis hermanos de lucha, disidentes pacíficos, periodistas independientes, defensores de derechos humanos sindicalistas, bibliotecarios, médicos y maestros independientes.
Jamás se me olvidará que más de 100 activistas por la democracia fueron detenidos en pocos días. Sus casas totalmente registradas, y muchas de sus pertenencias confiscadas, entre otros atropellos contra la dignidad del hombre.
Entre ellos estaba yo, en mi casita de Pinar del Río terminando de fregar la loza de la comida cuando llegaron a invadir mi privacidad. Más de quince efectivos de la policía desplegados en toda la calle, uno tocó a la puerta, mientras otro grupo se repartían el patio y el techo. Parecía iban a detener a un escuadrón de asesinos, no a una libre pensadora, pacifica y mujer.
Ni yo ni mi familia podíamos imaginarnos que sucedía. Lo cierto es que buscaban y buscaban entre los papeles, las gavetas, debajo del colchón, en el tanque de la taza del baño, en fin un registro inmenso, donde me ocuparon todas las bibliografías de la Biblioteca José Ángel Buesa que dirigía como Bibliotecaria Independiente, y como es natural dentro de los documentos confiscados, se fueron el sin número de despachos para la Agencia Nueva Prensa Cubana, y hasta mis documentos personales, fotos ,cuadernos literarios, y mi antidiluviana maquinita de escribir marca Rémington, que me habia regalado Raúl; Rivero para poder escribir mis despachos periodísticos. Mientras yo suspendida contra la pared de la sala miraba sin saber qué buscaban, mi familia esperaba lo peor, y mi nieta lloraba desconsoladamente sujeta a la falda de su mamá, mi hija, con los ojitos desbordados de miedo.
No sé cuantas horas duró el inmenso registro, pero cuando terminaron fui conducida al Departamento de la Seguridad del Estado, donde me esperaba un buen número de oficiales que se turnaban para hacerme el interrogatorio.
Después supe que habían detenido a Víctor Rolando Arroyo al llegar de Ciudad de la Habana y a otros en diferentes provincias. Entre ellos Omar, Regis, Raúl, Fabio, Vázquez, Miguelito, Jorge, Ricardo, Omar Ruiz, en fin a todos los que luchábamos por la libre expresión y la democracia de nuestra tierra. Todos acusados de intentar contra la soberanía nacional, mercenarios, trabajar para una potencia extranjera, entre otras calumnias muy bien diseñadas.
Fueron días terribles, por lo que todo llega a mi mente tal y como sucedió. Durante las tres semanas siguientes, 75 de los arrestados fuimos juzgados, condenados y encarcelados bajo condenas de entre 6, y 28 años de prisión, y domiciliarias.
El gobierno nos acusó además de intentar subvertir la autoridad del Estado, espiar para los Estados Unidos y otros gobiernos, e informar mentiras a la prensa internacional acerca de la economía cubana.
Lo cierto fue que dentro de aquella gama de calumnias y acusaciones los juicios quedaron muy por debajo de los estándares internacionales mínimos de derechos humanos, pues los jueces y los fiscales en la isla por desgracia no son independientes, todos tienen que operar bajo el control del gobierno y sus secuaces.
Tampoco se me olvidará como a los concurrentes internacionales se les prohibió el acceso a las salas de juicio. Y a los abogados defensores no se les garantizó la oportunidad de preparar las defensas de los clientes, ni se les dio acceso a los archivos de la corte hasta las 24 horas previas a los juicios y, en la mayoría de los casos, los abogados no vieron a los defendidos hasta una hora antes del inicio del proceso judicial.
Todo amañado, inhumano, atropellante. Sin derechos legales, sin derechos de ningún tipo.
Desde este día inolvidable la mayor parte de los 75 prisioneros siguen encarcelados. A un pequeño número les han dado la extra penal, el resto continua en condiciones inhumanas y por debajo de los estándares.
La mayoría cumplen su condena en prisiones a cientos de kilómetros de sus casas, lo que dificulta enormemente, y a veces hace casi imposibles las visitas familiares.
Muchos de los presos no están recibiendo tratamiento médico adecuado para sus padecimientos de salud, los cuales en algunos casos han sido adquiridos durante el período de encarcelamiento y hacen peligrar sus vidas.
Otros casos, que son muchos, pero por nombrar uno como el Dr. Oscar Elías Biscet, han sido recluidos en celdas de aislamiento durante meses, han sido sus visitas familiares canceladas, y se les ha denegado el acceso a la luz del sol entre otros atropellos.
En muchos otros el gobierno ha presionado a los familiares para que dejen de recibir a disidentes en sus casas, bajo la amenaza de empeorar las condiciones en prisión de sus familiares. Como es conocido han pasado cuatro años de esta fecha y todos continúan en infrahumanas condiciones, expuestos a las viles acusaciones tan sólo por luchar por su país, y erradicar de nuestra tierra las violaciones que conspiran contra la soberanía nacional, orquestada por un totalitarismo cruel y obstinado.
Hoy en el cuarto aniversario de estos arrestos, mi agrietado corazón se une a mi conciencia y condena y pide una vez más con todo el vigor de un pensamiento libre, y de un inmenso amor por su patria y sus hermanos, se liberen de inmediato a todos estos hombres que son inocentes de la sórdida condena impuesta, pues su único delito ha sido ejercer sus derechos elementales de expresión y reunión y promover un mayor respeto por los derechos civiles y humanos dentro de una isla pisoteada y cautiva.



. .

Monday, March 12, 2007

COSAS DE LA CUBA DE HOY


RETROSPECTIVA


/Por: Adela Soto /


El recuerdo es algo impresionante, que nos lleva de la mano muchas veces a sucesos que ocurrieron en nuestras vidas, y nos parece que están presentes, y mucho más cuando escuchamos las noticias, y conocemos que la represión, los acosos, y las ofensas contra los libres pensadores se agudiza, y que muchos cubanos siguen ciegos a pesar de que el tiempo trascurre y la realidad se abre paso ante la vida,

Este suceso que relato a continuación vino a mi mente y volví a vivirlo a pesar de los años que han pasado, pero es algo que aun late en mi psiquis,
Cuando escuché las palabras cargadas de odio de la vecina gritándome “traidora”, “contrarrevolucionaria”, “lacra de la sociedad” no tuve más remedio que sentarme frente a mi espejo y pensar si el tiempo se había detenido en los años 80, cuando palabras idénticas a esas salían como ráfagas contra cualquier persona que no compartiera los ideales comunistas. Obviamente esos calificativos continuaban siendo un concepto sui generis que con toda frivolidad algunos seres humanos descargan, de forma gratuita, sobre quienes consideran sus enemigos. Me pregunté muchas veces qué yo había traicionado. Porque nada se traiciona a partir de que se deja de creer. Miré detenidamente mi rostro y descubrí que esa imagen ya no era la mía: las canas se advertían en mis cabellos y el borde de mis ojos estaba cubierto de grietas. Es decir: el tiempo había pasado pero mis sentimientos estaban incólumes. Entonces recordé lo que me contó Mercedes Moreno, cuando un día en su vivienda, por el año 1997 le propinaron un mitin de repudio, y que esa clase de linchamiento verbal, lo hacían porque había dejado de trabajar para los medios oficiales de prensa donde era comentarista deportiva y había comenzado a dirigir una agencia de prensa independiente. También recordé cuando le pintaron las paredes de la casa a Ana Luisa López Baeza con palabras obscenas en contra de su hija Lesbia. O cuando condenaron a mi amiga Diana Margarita a una eterna persecución, y donde la redujeron de profesora universitaria a vendedoras ambulante, trabajadora de servicios, abridora de hojas de tabaco, agricultora, en fin a cuanta humillación existe, solamente por decir lo que sentía en una “democrática” asamblea del Partido Comunista.

También me vino a la memoria las golpizas y los vejámenes a Joaquín Torres Álvarez, las detenciones en medio de la vía publica, los registros masivos, las apropiaciones ilícitas de cuanto material de estudio o literario encontraban a su paso, en el sin numero de allanamientos efectuados a diferentes opositores pacíficos a lo largo y ancho de la isla , que más de una vez fueron blancos de tales atropellos. Es cierto, me dije, que esas ofensas contra la moral de los opositores siguen sin variantes. Pero todo lo anterior se agrava en un país donde los términos civilismo, tolerancia, libertad de expresión o independencia son pecados capitales. Las palabras de mi vecina me confirmaron, una vez más, que si la Santa Inquisición no hubiera sido abolida me hubieran incinerado en plena vía pública. Sin derecho a apelación, por supuesto. Entonces me repetí, varias veces, las palabras que me dictaban la razón: paciencia, mucha paciencia. Y me hice el firme propósito de soportar. Todo pasa y todo queda y mi destino era, y es, andar haciendo caminos. Yo sé que la verdad está de mi lado y más temprano que tarde se extenderá por toda mi patria.