Por Adela Soto Alvarez
Cuando te conocí mi camino fue otro
Me habías tomado de la mano
En medio de las ruinas y el despojo
Era lógico sentirse Helena
Totalmente Troyana
Y Diosa
Tú eras un cazador
Indómito
Lejano
Jamás hubiese entrado al laberinto
De no ser por esta manía hedónica
De imaginar la luz donde no existe nada.
Cuando te conocí mi camino fue otro
Me habías tomado de la mano
En medio de las ruinas y el despojo
Era lógico sentirse Helena
Totalmente Troyana
Y Diosa
Tú eras un cazador
Indómito
Lejano
Como una tregua o una bala
Jamás hubiese entrado al laberinto
De no ser por esta manía hedónica
De imaginar la luz donde no existe nada.