Por Adela Soto Alvarez
Yo fui la poetisa de los parques
Siempre asustada ante el vaivén del viento
Lloraba bajo los tinglados de las hojas
Y hablaba a hurtadillas con las flores
Después regresaba repleta de cansancio
Huyendo del latigo del verdugo
En mi letargo entre bancos y limosnas
Recordaba los fuegos del quirófano
El dolor de la nuca
Y a mis hijos lejanos
Hasta que el insomnio retiraba sus alas
Ya no confiaba en nadie
Ni siquiera en los puntos cardinales
Donde mis amigos
Guardan sus miserables sueños
Y así aprendí a amar el desafío
El placer de ser otra y no yo misma
A salir y regresar desenfrenada
Hasta morir día a día en el mismo recodo
Yo fui la poetisa de los parques
El grito
El antifaz
El mito
La agonía
Dos en una
O tal vez no era nadie
Sólo un inmenso corazón que late
¿Dónde está la que nació conmigo
En qué cruce del camino la sorprendió el silencio?
¿Fue una mujer
O fue un enigma
O es el fantasma que hoy escribe estos versos?