Por ADELA SOTO ALVAREZ Hijo mío
He tocado mi cuerpo
He tocado mi cuerpo
Y veo como sangra
Irremediablemente
Mis manos extendidas
También sangran
Y hasta mis ojos sangran
Y hasta mis ojos sangran
Mi corazón
Va dejando sus pedazos
Mientras pasan los días
Y los años
Ya no tengo rodillas
De implorar por tú vida
Y exigir por tus alas
Por respuesta
El cruel silencio
Y esta sentencia atroz
A contra luz
Exponiéndote
A las olas de peligro
Que habita
Que habita
Entre las crueles paredes
Que te arropan
Que te arropan
Yo pensé
Que mi armadura era infalible
Que jamás la impotencia
Acecharía sonora
Lanzando mi equilibrio
Lanzando mi equilibrio
A la inclemencia
Tampoco presentí
El descontento
Que cabalga
Que cabalga
Por mi piel a toda hora
Mucho menos
Saberte sometido a la impiedad
De los fríos barrotes
Cuando tanto he hecho
Por desterrar de tí
La mala suerte
Hijo mío
Hoy te veo sumido
En una espera larga
Hoy te veo sumido
En una espera larga
Mientras tus piernas
Dejan de responder
Tú hígado se inflama
Tus dientes se desprenden
Tus dientes se desprenden
Encanece tú pelo
Y no le importa a nadie...
