Madre,
Siento un remolino de emociones
Donde la congoja es tan fuerte
Que salta del vacío a la palabra
Y te escudriño en el susurro de este día
Ante tanto ir y venir de confusiones
¿Dónde estarás qué mi voz no te alcanza?
¿Por qué veo tu rostro a contraluz
Te llamo y no estás
Y descubro tu semblanza
Carcomida
Madre,
Si escuchas mi lamento
Aquieta este dolor inconforme
Que atiza sobre mí el desconsuelo
Y como antes invéntame un cuento
Para dormir sobre tus piernas
Colmada de tú amor a toda hora