Yo la soñé despierta
y estaba allí
sobre el mástil del puerto
Era una cartomántica con los ojos serenos
henchida de placer sobre las aguas
A su lado un delfín repetía su nombre
mientras miles de estrellas caían como ráfagas
Habían muchos coches,
muchos caballos flacos, sin jinetes ni rumbo
Y una gran multitud tambaleando en el puente
Entonces me aferré a mi velero
Y regresé a mi casa
Mi casa sin paredes
Mi casa sin jardines
Ni siquiera quedaba una cuerda
donde poder asirme
Y busque entre las hojas del único arbolillo
aquel donde grabamos nuestros nombres y un beso
Nada quedaba allí
todo bajo residuos
Mi casa
mi ciudad
mis árboles
el tiempo
Solamente encontré una mujer ajada
apretando en sus manos
un motón de recuerdos.