No insistas en volver
Perdimos las amarras
Nuestro amor
Se creó en sumidero
Donde no había bases suficientes
Ni palabras precisas
Por eso hoy
Cuando regresas
Repartiendo promesas
Llenas de alhajas erosivas
Me atemorizan tanto
Los dioses y las lágrimas
No insistas el volver
Porque me he convencido
Que todo ha sido inútil
El ritmo de la sangre no es el mismo
La casa está encantada
Ya no se columpian ilusiones y sueños
Tampoco
Encuentro armonía
En tus ojos
Solamente ruinas y una pobreza atroz
Ni siquiera una rosa
Brotó
De tanto abismo.