Como adonis milenario
Paseabas por mi mente
De inocencia adulta
Destruyendo toda experiencia
A pesar de creerme prodigiosa
Un ser de mente clara
Incapaz de caer en el hueco
Te soñaba integro
Más fuerte que los relámpagos
Que persistían tras tu nombre
Porque tu dulce risa me inspiraba
El amor más vehemente
Así construí ilusiones de convivencia
Todos sobre mi piel necesitada
Hasta labré flores azuladas
En febrero y diciembre
Regadas noche a noche con el más sublime
De los vírgenes deseos.
Mientras tu perfume me envolvía
De una brisa tierna
Donde el dulce aroma
Era de fuego y no me olvides.
Tú sabías que siempre fui barroca
Llena de luz y transparencia
Por eso cuando sentí la alarma
Me di perfecta cuenta
Habían terminado los susurros
Las palabras llenas de carmín y malva
Los montajes de rosas siempre vivas
Incrustadas en páginas y fotos
El cielo también dejaba de estrellarse
No le quedaba ni una sinfonía
Para cobijar mí desamparo