Me duelen
los despojos
De mí misma
Las horas
que entregue
A mancebos
equivocados
El amor
hecho pedazos
El deseo
desmembrado
En labios
inmerecidos
Las cosas
que no dije
Y me
ahogaron
La primera y
la última estocada
Encalladas
En medio del
ánimo
Me duele ser
una de tus costillas
Inevitable
Los
mordiscos que siento
Llenos de
impotencia e insatisfacción
Cuando
estuve en las puertas del Edén
A punto de
saquear tu alma
Los
perdigones que salían
A mansalva
de tu boca
Tan hecha
para mi
Esa forma
que tienes de matarme
Y después
resucitarme
Sin
importante el hueco en el pulmón
La aorta
apolismada
Sin advertir
Que vivo un
aquelarre
Partida en
dos
Por tu
silencio atrincherado
La barbarie
de tus pensamientos
Donde un día
alabas
Y otras
blasfemas
Me duele los
actos desteñidos
Y nauseabundos
Que cumples
por mandatos
De seres
inferiores
Que llegan y
se van
Dejándote en
ese suplicio
Que tan solo
yo se equilibrarte
A pesar de
instarme a tantas muertes
Me duelen los
besos perdidos
Las ganas
metidas en el fango
Esa forma
que tienes de atentar
Contra mi
nombre
Y después
escoltarlo
Con
arcabuces y perdones
Me duelen
las veces
Que me quede
desnuda
Entre el
fuego y el asombro
Resistiendo
Solemnemente
femenina
Me duele el
exilio
Que
proyectan tus ojos
Sin destino
El abrazo
que no falta
Aunque
permanece clandestino
Me duelen
tantos meses
Tantos
siglos
Tantas
entregas sin entregas
Tu almohada
sin pronunciar palabra
Tu rostro en
ese marco milenario
Jurándome
eternidad
Y otros
léxicos que resbalan y caen
Tus manos de
miel pura
Traspasando
con lisonjas
Mis sentidos
Después el empellón
La soberbia
a flor de piel
Llena de
complejos ascentrales
Sin darte
cuenta
Que yo soy
tu reina
Y tú eres mi
rey
Aunque se
oponga la vía láctea
Tu propia
sin razón
Los años y
las libras
Las
pirámides, los dioses
Y hasta el
mago de la expresión oscura
Me duele
saber que soy
Y no lo
adviertes
Que soy
Y no te
quitas la coraza
Llena de
laminillas promiscuas
Y profanas
Esculpidas
en tu siquis
Por
legendarios parlanchines
Que dejaron
de existir
Me duele
todo, y más
Y el
antídoto no llega.