Te miras y descubres que mueres
bajo la intermitencia del más crudo reflejo
El vestido rasgado
los zapatos
la sopa
y tu rostro flotando en la batalla incierta
¿Serás tú?... te preguntas
mientras piensas y temes
cómo estaras mañana
y te vuelvas un eco dentro de la amargura
Pero nadie comparte
ese rincón contigo
y sigues siemrpe sola
diez pazos más allá
diez pasos más acá
y la jauría acechando
sin que a nadie le importe iluminar tu almena
Te miras y descubres que mueres
que tu voz ya no es voz
solamente es encierro
y te vuelves un dardo
una sombra
una hoguera
y luego un marinero naufragando
en el agua podrida de su charca.
AL FILO DEL SILENCIO
Se esfuma tu silueta al filo del silencio
como un asno cansado
como una leve brisa
que no llegó a ser viento
como una flor reseca que no fue primavera
ni siquiera estimulo para un amor de paso
Por eso es que voy tensa
tratando de robarme una suave metásfora
para escribir de un golpe
mi última sinfonía
He robado otras veces mendrugos para el pecho
y he abierto mis brazos a cualquier caminante
También dejé mis horas en muchos laberintos
y puse mis rodillas sobre la hierba seca
No me hagan preguntas
tan sólo examinen el musgo y el vacío
el vacío y el ojo que se me ha hecho piedra
Y descubran mi patética boca
y mis manos crispadas de alzarlas como látigo
Quizás nadie descubra que la niña que fui
la llevo a escondidas
y la joven dispuesta
Las dos son como el humo que dejó en el espacio
su recuerdo y su miedo
Las dos van en mi
invisibles
calladas
como golpe mortífero desgarrando la máscara