LOS ENFERMOS MENTALES EN CUBA
Por: LIC. ADELA SOTO ALVAREZ
Muchos son los temas a tratar sobre esta esfera de la sociedad cubana, incluyéndole sus errores y deficiencias, pero para retomar un tema muy candente en estos momentos en la isla, nos podemos referir a los medios de salud metal, los más afectados, a causa del alto número de personas con padecimientos de este tipo.
Increíblemente los por cientos de enfermos mentales frisan cifras alarmantes Y es natural en una sociedad donde el hombre carece de las necesidades más perentorias.
La deficiencia comienza desde la atención primaria. Cuando el hombre se siente frustrado y obstinado, sin un motivo para vivir, y acude a múltiples medios, pero ninguno le ofrece la seguridad que necesita.
Prueba de ello lo es, el constante suicidio por ahorcamiento, la ingestión de psicofármacos, el incendio corporal, y otras tantas formas del suicidio, sin alejarnos de la constante violencia intrafamiliar, la que se agudiza a causa de las limitaciones y las impotencias que engendra el sistema.
A partir de que el hombre se siente un ente social, sin voz ni voto y su economía se resquebraja ante la elevada tasa de cambio oficial y los altos precios del comercio, comienza su odisea social, llevándolo en muchos casos a las únicas salidas, el suicidio o el exilio.
Cuando esto no se cumple entonces vegeta lleno de inseguridad y la misma represión que existe lo va desequilibrando lentamente hasta impedirlo de sus facultades mentales total o parcialmente.
La única opción de un enfermo mental es la muerte o la ingestión de psicofármacos, con el fin de calmar la abulia, por tales razones cuando acude al especialista de primera instancia, él que después de manipularlo con diferentes tratamientos sin resultados, lo envía al servicio de psiquiatría.
Ya en estos servicios le es atendida la enfermedad, la cual no puede mejorar a pesar de los psicofármacos empleados, así como los tratamientos de electro choques a causa de que nunca podrá estar acto para enfrentar la sociedad que lo consume y lo enferma.
Esto en algunos casos donde la enfermedad no lleva psicotrópicos de primera línea y por ende no se reportan con tanta frecuencia en falta, porque los que presentan padecimientos fuertes, o crónicos, tienen que enfrentarse a la constante falta de los estupefacientes, y esta ausencia de consumo muchas veces hasta por más de tres meses, los conduce al reclusión hospitalaria y de este al único medio de tratamiento, que son los electro choques, los que no resuelves muchas veces la situación y sí deterioran lentamente a los afectados.
Podría decir sin temor a equivocarme que muchas veces la falta de medicamentos adecuados para las patologías de esquizofrenia de cualquier tipo, las neurosis, las disociaciones, los estados de evasión, psicosis, y otras enfermedades siquiátricas se agudizan a causa de la falta de atención primaria y la falta de medicamentos acordes.
Pero la gran realidad es, que la psiquiatría en Cuba carece de todo tipo de conductas adecuadas a seguir, y el factor tiempo es otro de los que conspira contra el especialista, limitándolo a que pueda dedicarse por completo a erradicar el mal, o por lo menos aliviar estás dolencias tan proliferas en la sociedad.
Soy del criterio de que la tan promocionada potencia medica mundial es uno de los tantos mitos de la revolución de Castro, porque si bien es cierto que la educación para esta profesión es gratuita, entre comillas, al igual que los servicios médicos, la carencia de medios, medicamentos, y avituallamiento al igual que el tiempo que debe tener el galeno para prestar sus servicios dentro de cualquier especialidad, es muy carente y controlada.
Digo así porque los profesionales en Cuba, y en este caso con mayor incidencia los trabajadores de la salud, realizan sus funciones laborales mucho más controlada y dirigida que el resto de los trabajadores.
Un médico por situar un ejemplo testimonial, no solamente carece de tiempo para dedicarse a su labor, sino que carece de todas las comodidades existentes, incluyéndole los medios de transporte.
Un cirujano que debe tener muy bien equilibrado su sistema nervioso central para poder enfrentar una intervención quirúrgica de alto riesgo, tiene que trasladarse de su vivienda al hospital, en bicicleta, o a pie, y esto sin pensar en la cantidad de situaciones con vivénciales y económicas que enfrenta diariamente, que aunque trate por todos los medios de dejar los problemas en casa, pululan en su cerebro, muchas veces irritándolo, o disminuyéndole la capacidad profesional.
¿Y esto es culpa del hombre?,… no, esto es culpa del sistema que lo asfixia igual que al resto de la población.
Otra de las situaciones que presenta el profesional de la salud es, el exceso de guardias, sin pos guarias.
Un galeno de cualquier especialidad que sea, después de una guardia de veinticuatro horas, mal alimentado y enfrentando sin medios adecuados a un sin número de pacientes tiene que cubrir la visita de la sala, y si tiene que operar, tiene que hacerlo sin descanso, y de ahí para la consulta externa, y si no cumple con el trabajo es sancionado sin escrúpulos.
Todo esto más la realidad de que su libertad no existe, porque es controlado y supervisado hasta la saciedad, ni siquiera puede decidir en su futuro, ni el de sus hijos y demás familiares, porque es tan perseguido como cualquier opositor más.
Y pobre de aquellos que decidan abandonar el país legalmente.
Estos pasan a la lista de los desafectos, los gusanos, los vende patria, y aunque tengan más de 20 años en la profesión, y más que pago el servicio social, la estudios, y otros pagos de la educación, son enviados a servir en lugares intrincados, sin condiciones ambientales, ni alimenticias, castigados, y vituperados por cinco años, todo esto muy bien controlado en un expediente que existe en la provincia y otro en la nación, bajo la determinación de una comisión de liberación que a su vez tiene que ser firmada por el ministro del ramo.
Esta de más decir que quien solicite su salida del país, si tiene fuerzas para esperar el tiempo de castigo, vivirá aún más hostigado y perseguido que antes, y si lograr salir de forma ilegal, nunca más puede regresar ni de visita a la isla.
Ejemplos sobran y todos te dará una misma respuesta, limitaciones, carencias, falta de medios, irritabilidad y obstinación. Y los resultados catastróficos, porque el hombre es un resultado de la sociedad en que se desarrolla, y si la sociedad es hostil, el hombre lo es, y el hombre piensa como vive, no vive como piensa…. por tal razón sobran palabras para poder enmarcar en todo su contenido la salud pública cubana, y en este caso específicamente, los servicios de psiquiatría.
Increíblemente los por cientos de enfermos mentales frisan cifras alarmantes Y es natural en una sociedad donde el hombre carece de las necesidades más perentorias.
La deficiencia comienza desde la atención primaria. Cuando el hombre se siente frustrado y obstinado, sin un motivo para vivir, y acude a múltiples medios, pero ninguno le ofrece la seguridad que necesita.
Prueba de ello lo es, el constante suicidio por ahorcamiento, la ingestión de psicofármacos, el incendio corporal, y otras tantas formas del suicidio, sin alejarnos de la constante violencia intrafamiliar, la que se agudiza a causa de las limitaciones y las impotencias que engendra el sistema.
A partir de que el hombre se siente un ente social, sin voz ni voto y su economía se resquebraja ante la elevada tasa de cambio oficial y los altos precios del comercio, comienza su odisea social, llevándolo en muchos casos a las únicas salidas, el suicidio o el exilio.
Cuando esto no se cumple entonces vegeta lleno de inseguridad y la misma represión que existe lo va desequilibrando lentamente hasta impedirlo de sus facultades mentales total o parcialmente.
La única opción de un enfermo mental es la muerte o la ingestión de psicofármacos, con el fin de calmar la abulia, por tales razones cuando acude al especialista de primera instancia, él que después de manipularlo con diferentes tratamientos sin resultados, lo envía al servicio de psiquiatría.
Ya en estos servicios le es atendida la enfermedad, la cual no puede mejorar a pesar de los psicofármacos empleados, así como los tratamientos de electro choques a causa de que nunca podrá estar acto para enfrentar la sociedad que lo consume y lo enferma.
Esto en algunos casos donde la enfermedad no lleva psicotrópicos de primera línea y por ende no se reportan con tanta frecuencia en falta, porque los que presentan padecimientos fuertes, o crónicos, tienen que enfrentarse a la constante falta de los estupefacientes, y esta ausencia de consumo muchas veces hasta por más de tres meses, los conduce al reclusión hospitalaria y de este al único medio de tratamiento, que son los electro choques, los que no resuelves muchas veces la situación y sí deterioran lentamente a los afectados.
Podría decir sin temor a equivocarme que muchas veces la falta de medicamentos adecuados para las patologías de esquizofrenia de cualquier tipo, las neurosis, las disociaciones, los estados de evasión, psicosis, y otras enfermedades siquiátricas se agudizan a causa de la falta de atención primaria y la falta de medicamentos acordes.
Pero la gran realidad es, que la psiquiatría en Cuba carece de todo tipo de conductas adecuadas a seguir, y el factor tiempo es otro de los que conspira contra el especialista, limitándolo a que pueda dedicarse por completo a erradicar el mal, o por lo menos aliviar estás dolencias tan proliferas en la sociedad.
Soy del criterio de que la tan promocionada potencia medica mundial es uno de los tantos mitos de la revolución de Castro, porque si bien es cierto que la educación para esta profesión es gratuita, entre comillas, al igual que los servicios médicos, la carencia de medios, medicamentos, y avituallamiento al igual que el tiempo que debe tener el galeno para prestar sus servicios dentro de cualquier especialidad, es muy carente y controlada.
Digo así porque los profesionales en Cuba, y en este caso con mayor incidencia los trabajadores de la salud, realizan sus funciones laborales mucho más controlada y dirigida que el resto de los trabajadores.
Un médico por situar un ejemplo testimonial, no solamente carece de tiempo para dedicarse a su labor, sino que carece de todas las comodidades existentes, incluyéndole los medios de transporte.
Un cirujano que debe tener muy bien equilibrado su sistema nervioso central para poder enfrentar una intervención quirúrgica de alto riesgo, tiene que trasladarse de su vivienda al hospital, en bicicleta, o a pie, y esto sin pensar en la cantidad de situaciones con vivénciales y económicas que enfrenta diariamente, que aunque trate por todos los medios de dejar los problemas en casa, pululan en su cerebro, muchas veces irritándolo, o disminuyéndole la capacidad profesional.
¿Y esto es culpa del hombre?,… no, esto es culpa del sistema que lo asfixia igual que al resto de la población.
Otra de las situaciones que presenta el profesional de la salud es, el exceso de guardias, sin pos guarias.
Un galeno de cualquier especialidad que sea, después de una guardia de veinticuatro horas, mal alimentado y enfrentando sin medios adecuados a un sin número de pacientes tiene que cubrir la visita de la sala, y si tiene que operar, tiene que hacerlo sin descanso, y de ahí para la consulta externa, y si no cumple con el trabajo es sancionado sin escrúpulos.
Todo esto más la realidad de que su libertad no existe, porque es controlado y supervisado hasta la saciedad, ni siquiera puede decidir en su futuro, ni el de sus hijos y demás familiares, porque es tan perseguido como cualquier opositor más.
Y pobre de aquellos que decidan abandonar el país legalmente.
Estos pasan a la lista de los desafectos, los gusanos, los vende patria, y aunque tengan más de 20 años en la profesión, y más que pago el servicio social, la estudios, y otros pagos de la educación, son enviados a servir en lugares intrincados, sin condiciones ambientales, ni alimenticias, castigados, y vituperados por cinco años, todo esto muy bien controlado en un expediente que existe en la provincia y otro en la nación, bajo la determinación de una comisión de liberación que a su vez tiene que ser firmada por el ministro del ramo.
Esta de más decir que quien solicite su salida del país, si tiene fuerzas para esperar el tiempo de castigo, vivirá aún más hostigado y perseguido que antes, y si lograr salir de forma ilegal, nunca más puede regresar ni de visita a la isla.
Ejemplos sobran y todos te dará una misma respuesta, limitaciones, carencias, falta de medios, irritabilidad y obstinación. Y los resultados catastróficos, porque el hombre es un resultado de la sociedad en que se desarrolla, y si la sociedad es hostil, el hombre lo es, y el hombre piensa como vive, no vive como piensa…. por tal razón sobran palabras para poder enmarcar en todo su contenido la salud pública cubana, y en este caso específicamente, los servicios de psiquiatría.