Se apodera de ese dolor inconforme
Que nos brinda la vida
Cuando realmente
Necesitamos de unas manos
Que acaricien el tiempo
Qué desconsolado es resignarse
A transportar el amor solamente en poemas
Teniendo un pecho enorme
Una pasión enorme
Un apetito capaz de devorar
La inseguridad
Y ya ves
Me conformo
Con tejer a la alborada tú recuerdo
Suspirar desde lejos tus efluvios
Intactos e imperecederos
Mientras mi pensamiento vuela
Hasta tu país
Se mete en tu aposento
Y nada puede evitar
Que me sienta en tus auxilios
Delineando con mis manos
Tu rostro angelical
Si supieras
Aún conservo
Tu mirada
Prendida a la fogata
De la espera
Sin importarte el cansancio
O el jadeo
Y hasta pienso que eres mío
En este instante de pasión
Que surge desde el fondo
Y me llena
De esa fuerza
Que conservo en mi delirio