DEL POEMARIO (MI HIJO EL REO)
Pensé
Que
mi armadura era infalible
Que
jamás la impotencia
Acecharía
sonora
Lanzando
mi equilibrio
A
la inclemencia
Tampoco
presentí
El
descontento
Que
cabalga
Por
mi piel a toda hora
Mucho
menos
Saberte
sometido a la impiedad
De
los fríos barrotes
Cuando
tanto he hecho
Por
desterrar de ti
La
mala suerte
Hijo
mío
Hoy
te veo sumido
En
una espera larga
Mientras
tus piernas
Dejan
de responder
Tú
hígado se inflama
Tus
dientes se desprenden
Encanece
tú pelo
Y
no le importa a nadie...