Tú sonrisa
llegó hasta mi vacío
De hojarasca y
piedra
Comenzaron a
fluir los fulgores
Las crisis
del miocardio
Y toda la
fragilidad
Fue alborada
y mariposa
Para en un
simple abrazo
Quedar expuesta
Al calor
inconfundible
Comencé a
amarte de una forma
Incalculable
Para una
mujer de cifras altas
De melancolía
y pánico
Siempre azotada
por los vientos
De la mala
suerte
Te
convertiste en segundos
En monarca de
todas mis demencias
Y me sentí doncella
Con un deseo impresionante
Que ni yo
misma entiendo
Pero fue así
Aunque la
autenticidad
Tenga un
precio impagable
Al igual
Que desbocar el mar del sentimiento
Que desbocar el mar del sentimiento
Sobre un raciocinio
iracundo
Que no
perdona la franqueza
Es cierto de
amé
Y aun te amo
Vehemente y
convencida
Qué no
fuiste en esta vida
Tal vez
No serás en la próxima
No serás en la próxima
Pero tus
besos nadie me los quita
Aunque hoy no
recuerdes de mí
Ni una
palabra.