Sé que no es tiempo de milagros
Sin embargo
Voy a cavar un pozo al borde de la acera
Para enterrar lo malo
Han sido muchos los demonios disfrazados
Muchas bestias tratando de clavar su diente
Pedradas, encontronazos
Y un cien mil
de heridas al mismo centro
Por eso decidí el título de ‘buena para nada’
Cobijada entre cuatro
paredes silenciosas
Donde poco a poco
adquirí diferentes maestrías
La primera en desencanto con título honorifico
La ultima de mujer
sin tierra con aplausos unánimes
Y una calificación de cinco.
Todo este tiempo que estuve amortajada
Me creció el corazón, el cerebro y las ideas
Ahora mi tiempo es diferente
Llegó el momento de abandonar mi disciplina foránea
Por ese valor
interior que me redime
Y me hace sobreviviente de un ostracismo
Difícil de enfrentar sin palancas ni billetes
Y aquí estoy de nuevo en la Palestra
Calmando al sediento, sin deudas
Y con voz propia