No
acepto rejas ni por dentro
Ni
por fuera
La
libertad es mi fuerte
Por
eso defiendo mis designios
En
blanco y negro
Gústenle
a quien le gusten
Pésele
a quien le pese
Desterré
de mis recuerdos
Barcos
delirantes
Chalupas
de mala monta
Todos
empeñados
En
trasgredir mi conciencia
Atarme
a la proa
Del
desequilibrio total
Por
suerte también
Aniquilé
a sabandijas
Disfrazadas
de filibusteros
Enajenados
Hasta
los tuétanos
Fingiendo
un donaire
Comprado
en las callejuelas
De quién sabe que suburbio
Sin
importarles la cursilería
De
los monjes aprendices
De
diabólicos
Amputándole
el futuro
A
media humanidad
Por
eso me harté
De
tantos filantrópicos
Extendiendo
la mano
Y
lanzando el puñal
Sin
darse cuenta
Que
la piel es débil
Y
mucho más
Cuando
le falta el pan
Soy
testigo
Hasta
se sufre de alucinaciones
Y
en sueños y pesadillas
Divisamos
El
lomo del cordero ardiendo
Uvas,
nueces
Y
el mejor vino
Despertamos
Con
los ojos vidriosos
Y
la boca turbia
De
tanto rechinar los dientes
No
acepto rejas
Ni
por dentro
Ni
por fuera
Me
gusta la deriva
Inventarme
alas
Enfrentar
imposibles
Cobardes
O turbulentos
Y
después reír a mandíbula abierta
Al
verlos
Huir
Sacudiéndose
los pies
Atribulados.