Querido amigo. Mi silencio
Entre tú y yo no deben quedar dudas
Permíteme descifrar el pentagrama
Que me ofreces a diario, locuaz y comedido
Tú anidas en mí sonoro y manso
Me arropas cuando menos te lo pido
Haces volar mis horas
Incluso que transcurran sin anhelos
Me llenas de realidades
Me haces a tu imagen y semejanza
Conociendo mi profesión de centinela
Querido amigo. Mi silencio
Tu presencia persiste luminosa
En un acto de comunicación tan pleno
Que sin ti no existiera mi universo
Ni este micro mundo que construyo
Intocable y sin códigos
Eres mi compañía más selecta
Mi duende, mi antifaz, y mi deleite
Fuente común de cualquier epopeya
Casi como el destino, y su inmortal escencia
De quienes como yo
Se afanan
En encontrar la gloria a pesar de los miedos