Créeme , ha sido muy difícil
Aceptar tu iracunda forma
De irte de repente
Nunca fue mi intención
Abrirte el pecho
Mucho menos penetrar
Al lugar más recóndito
Solamente dejar fluir
La permanencia
Con sus casualidades
Y vientos futuristas
Quizás de cuando en cuando
Una conversación coherente
Sin garras ni tropeles discursivos
Más bien aferrarnos uno al otro
Para calmar esta ansiedad de lejanía
Este dolor sin tierra
Que llevamos por dentro.