Que repulsión enraizada
Domina mis intersticios
Se ha convertido en sombra
Resentida
Sin importarle cuánto mal
Engendras en su débil envoltura
Cuando más felicidad
Traían los céfiros
Menos deseo de enjaularlos
A mi diestra
Demasiado egoísmo y paranoia
Batiendo el fondo
Para pensar que pudo ser
Lo que no es
Brujas metálicas
Sapos encumbrados
Se han ido apoderando
Y a ellos no les importa
Si cae el hueso
O la piel se desprende
Jugué mi as de basto
En tiempos de pesadilla
Me hice juvenil y tempestuosa
Y no llegué al fondo
Ni siquiera a mitad de camino
Aquí estoy con el pecho medio
abierto
Los sentidos en salmuera
Y un sabor a desatino
Incrustado hasta el tuétano
