Llegaste con despótico desaire
A desmantelar
Lo poco que quedaba
A desmantelar
Lo poco que quedaba
No hubo conciencia
Ni arrepentimiento
Había que sacarlo todo
Sin importarle a nadie
Si se partía en dos
O simplemente
Dejaba de respirar
Ni arrepentimiento
Había que sacarlo todo
Sin importarle a nadie
Si se partía en dos
O simplemente
Dejaba de respirar
El metal era el único
Que a guarecía
Los rayos peliagudos
Que se desprendían como hojas
Que a guarecía
Los rayos peliagudos
Que se desprendían como hojas
Éramos dos tontuelos
Empecinados
Puntos paralelos
Y distantes a la vez
Empecinados
Puntos paralelos
Y distantes a la vez
Poca fueron las veces
Que nos miramos a los ojos
Siempre con la vista perdida
En un horizonte
Turbio
Y desplazado
Que nos miramos a los ojos
Siempre con la vista perdida
En un horizonte
Turbio
Y desplazado
Yo te sabia a corcho
Tenia mucha nieve en las cobijas
Y algún que otro rasponazo
En la piel
Cansada y frágil
Tenia mucha nieve en las cobijas
Y algún que otro rasponazo
En la piel
Cansada y frágil
Por eso pienso muchas veces
Que nos llego la hora
No quedaba soga
Ni alambres de púa
Ni siquiera una puerta abierta
Que nos llego la hora
No quedaba soga
Ni alambres de púa
Ni siquiera una puerta abierta
Se te medio entre las cejas
Que había que matar al abejorro
Yo preferí el adiós sin labios
El adiós sin ojos
El adiós sin adiós
Que había que matar al abejorro
Yo preferí el adiós sin labios
El adiós sin ojos
El adiós sin adiós
Dejar que la corriente
Nos lanzara a la deriva
De todas formas, la afluencia
Ya tenía nombre propio
Nos lanzara a la deriva
De todas formas, la afluencia
Ya tenía nombre propio