Por Adela Soto Alvarez
(Del Poemario Bajo un Reloj de Arena)
Tengo los ojos secos
La verdad entorpecida
Y una furia absoluta
Peor que un terremoto
Tengo un dolor sin calma
Una orfandad terrible
Por el pasto inconcluso
Y el desamor sin límites.
Tengo los ojos secos
Y una pena profunda
Que aboca a un gran vacío
Tengo los ojos secos
De creer y no ver
De ver y no creer
Una angustia mayor
Metida entre mis ojos
Un sabor a holocausto
Nutrído a la ponzoña
Y aun sigo atizando
La fe
De los incrédulos
En este mundo atroz
Donde el aislamiento
Deambula sin cansancio
¿Qué será de mis ojos
Perdidos en la niebla?
¿Qué será de este grito
Que se pega a mi sienes?
¿Qué pasará si cabalgo
Hacia un nuevo infortunio?
Mientras la soledad arremete
Sin pausa.
Tengo los ojos secos
Tengo seco los ojos
Tengo,
Tengo y no tengo
Tal vez no sé si tengo
Pero me duele el tiempo
Las leguas
Y el camino
La piel
Y las centellas
Que se clavan en mí
Con todo su apetito.
La verdad entorpecida
Y una furia absoluta
Peor que un terremoto
Tengo un dolor sin calma
Una orfandad terrible
Por el pasto inconcluso
Y el desamor sin límites.
Tengo los ojos secos
Y una pena profunda
Que aboca a un gran vacío
Tengo los ojos secos
De creer y no ver
De ver y no creer
Una angustia mayor
Metida entre mis ojos
Un sabor a holocausto
Nutrído a la ponzoña
Y aun sigo atizando
La fe
De los incrédulos
En este mundo atroz
Donde el aislamiento
Deambula sin cansancio
¿Qué será de mis ojos
Perdidos en la niebla?
¿Qué será de este grito
Que se pega a mi sienes?
¿Qué pasará si cabalgo
Hacia un nuevo infortunio?
Mientras la soledad arremete
Sin pausa.
Tengo los ojos secos
Tengo seco los ojos
Tengo,
Tengo y no tengo
Tal vez no sé si tengo
Pero me duele el tiempo
Las leguas
Y el camino
La piel
Y las centellas
Que se clavan en mí
Con todo su apetito.