Por Adela Soto Alvarez
Después de tí
no podré afrecerle a nadie mis despojos
Me convertiré en pozo ciego
a pesar de la fogata
y los buenos instintos
No volveré a dar de beber al que se acerque
Aunque pida a gritos del néctar que aún me quede
Muchos buitres de carroña
Pretenden incertarse en mi orificio
Todos por placer
Nadie por dejar una señal que permanezca
Me siento débil
A pesar de que jamás dejo de ergirme
Me siento trémula
Sin la magía que todo lo consume
Me faltan las caricias que inventé para tí
Me faltan los príncipes azules
Los besos apasionados
Las entregas totales
La vida es un hervidero de fantasmas de paso
Una mentira cansada de repetirse
Acordeón de promesas incumplibles
Mi corazón ya no soporta
Mi corazón de cristal
Todo esquirlado
Mi corazón en medio de la morfa
Humillante y torcida
Mi corazón sin nada que lo alivie