Virgen de la Piedad/
Nuevamente en urgencias/
Mi hijo y tus hijos/
Sucios, fríos, húmedos y sin voz/
Convertidos en despojos/
Y carne de presidio/
Míralos ahí/
Bajo los siete candados/
De la injusticia/
Soportando empellones/
Patadas/
Hambre y toda rozadura/
Que agriete su existencia
Tú, Madre Santa/
Madre de todos los reos de ese mundo/
No apartes la mirada de mi hijo y tus hijos/
Ayúdales a sobrevivir/
A rezar un Padre Nuestro/
En cada comunión de desconsuelo/
Hazles comprender que existe la equidad/
A pesar de la prepotencia y los secuaces/
Explícales que a pesar del aturdimiento/
Aún quedan éxodos para la salvación/
Que se acerca la hora en qué la carpa caiga/
Y el títere y su amo, serán sólo carroñas/
Tú, Madre de todos los milagros/
Riega tú bendición sobre los calabozos/
Propaga tú misericordia sobre cada inocente/
Cálmales la desesperanza/
Y déjales un mensaje en cada reja/
Que aquiete su dolor de tanta espera larga/