A MI HIJO Y A LOS QUE COMO EL SUFREN DEL FRIO DE LA INJUSTICIA.
Ahí está la celda
Humeda.
Inconmovible
Rociada por el sudor que se vierte
Toda agujereada de injusticia
Con garabatos en nombre propio
Y algún que otro mensaje que no pudo
Llegar a su destino
Lamentos impregnados..
Y la perfecta tortura desafiando los cuerpos
La suave melodía del suplicio, reduce el corazón
Y las ideas
En la celda es casi un milagro conciliar el sueño
Casi es un milagro tenderse sin sentir el grosor aguijoneándote
y el olor a estiércol penetrante y acído
tan fuerte como los embates de la razón y el grito
El frío penetra a través del cemento, cada vez más angosto
Pero no tienes más opción que arrinconarte
Beber el agua putrefacta
Defecar sobre tus pies
Sujetarte al balaustre más cercano
Y gemir al son del mismo enigma
Ahí esta la celda, articulada sobre un espacio breve
También esta el temblor en cada tuétano
El techo angosto, exhibiendo las estalactitas
Cucarachas, grillos y chicharras cantoras
Y la eterna penumbra indeseada
Arrullando los suicidios diarios
Lamentos, llantos, y hasta oraciones
De aquellos que aun les queda fe
Ahí esta la Celda
Lo mismo en el Combinado del Este,
Que en Manto Negro, Kilo 8 o Kilo 5
Boniato, Ariza, La Pendiente,
y hasta en la propia calle
Con su intenso calor, y su desafío interminable.
Mientras yo desde aquí observo y muero de impaciencia
Esperando que la justicia toque fondo.