Yo
no quería ver tus ojos en salmuera
Mucho
menos atados
A
esa furia de tempano
Que
arrasa y desencadena
Un
sentimiento amorfo
Yo
no quería ver
Tus
labios pronunciando
Palabras
imprevistas
En
colores difuntos
Silbadas
en adjetivo
En
una lengua extraña
Yo
no quería ver tu cuerpo
Blanquecino
Atado
a la mortaja
De
un odio enraizado
Con
los brazos en cruz
Y
las piernas abiertas
Yo
no quería verte lejano y polvoriento
Escudado
en la atrofia del más crudo desprecio
Colgado
a la elección
De
quién sabe qué arrullo
Rojo,
Azul, Amarillo
De
insertos o larvas
De
larvas o espasmos
Y
de tanto aferrarme a no ver
Vi
La
cruz que arrastrabas
Junto
al feroz grito
De
quién no sabe qué hacer
Es
de noche
Llueve
Y
el trópico aparece
Bajo
la luz negrísima
De
un olvido cobarde