CONSECUENCIAS POR UNA DECISIÓN
“Cosas de la Cuba de Hoy”
Por: Adela Soto Álvarez.
“Cosas de la Cuba de Hoy”
Por: Adela Soto Álvarez.
Según me contó Esmeralda una de mis vecinas, Marcelino se pegó un tiro al regresar de la última misión diplomática y después de escuchar todas las ofensas que le profirió su jefe inmediato, un prepotente y agresivo hombre de confianza del mago, peor según criterios muy cercanos que el resto de su calaña.
Me comentó que no habían tenido compasión con Marcelino pues después de más de 20 años dedicados a la causa, lo enterraron sin honores en una fosa común, y ni siquiera permitieron le pusieran la bandera sobre el féretro, cuando él seguía siendo cubano y militar por excelencia y dedicación.
Me aseguró que este hombre nunca fue traidor, al contrario defendía la causa con uñas y dientes, además de vivir siempre orgulloso del servicio que prestaba como fiel oficial del servicio de inteligencia y dedicado a viajar cada vez que le encomendaban una misión, unas veces bajo el disfraz de diplomático y otras de turista, pero siempre encargado a los mismos fines.
El se había criado en la zona de Sandino poblado rural del municipio de Guane Pinar del Rió, donde vivía ella cuando niña y a pesar de su rango dentro del aparato represivo, cada vez que visitaba a la familia, por lo menos se comportaba atento y elocuente con todos los vecinos, por lo que la gente a pesar de su trabajo lo respetaba y quería. Y no como a veces sucede por miedo, al contrario le profesan afecto sinceramente.
Observó que después del entierro sin honores, lo que provocó comentarios de todos tipos, y hasta llegaron a pesar sus propios compañeros que había traicionado la causa, “por el dichito ya trillado “de que en silencio ha tenido que ser”, nadie más lo mencionó, ni los jefes se ocuparon de la familia, entre ellos la anciana madre que estaba paralítica desde hacia muchos años.
Todo esto hasta un día que se enteró que había llegado a la zona una mujer en compañía de un niño de apenas dos años preguntando dónde vivía la familia de Marcelino.
Al fin hubo quien le informara y allá fue la señora a entrevistarse con Micaela la única de las hermanas que se encontraba en la casa en ese momento.
Después de los acostumbrados saludos y presentaciones comenzó el relato de los por qué y los por cuántos del suicidio de Marcelino.
Increíblemente al cabo de tanto tiempo la familia pudo conocer la verdadera causa y gracias a la visita de esta mujer llamada Magdalena que viajó desde la capital, con su hijo en brazos a contarle con detalles todo lo acontecido.
Así fue como la familia y los vecinos del lugar supieron que después del divorcio de Marcelino con la primera mujer, se conocieron y comenzaron una bonita relación de pareja.
Le comentó que sus padres se fueron a Miami, pero ella se quedó para terminar su carrera de Derecho, y que desde el principio hubo oposiciones por parte de los jefes de Marcelino, pero ella pensó limarlas con el tiempo, además su actitud nunca fue negativa, al contrario pertenecía a todas las organizaciones de masa, participaba en cuanto le encomendaban, y nunca se comunicó con sus padres en el exilio, y lo hizo para ayudar con su apariencia al joven.
Pero como se conoce todos los miembros del Ministerio del Interior, son analizados y acechados por el Orden Interior y ninguno puede tener vínculos con personas desafectas al sistema y mucho menos relaciones de pareja. Pero a pesar de todo lo que ella hizo a favor, no la aceptaron y cada vez que Marcelino tenía una reunión llegaba a su hogar molesto y quejándose de las incomprensiones de sus jefes.
Cuando salió del país en cumplimiento de la última misión, le pidió se cuidara mucho ella y el bebe que venia en camino.
Me comentó que no habían tenido compasión con Marcelino pues después de más de 20 años dedicados a la causa, lo enterraron sin honores en una fosa común, y ni siquiera permitieron le pusieran la bandera sobre el féretro, cuando él seguía siendo cubano y militar por excelencia y dedicación.
Me aseguró que este hombre nunca fue traidor, al contrario defendía la causa con uñas y dientes, además de vivir siempre orgulloso del servicio que prestaba como fiel oficial del servicio de inteligencia y dedicado a viajar cada vez que le encomendaban una misión, unas veces bajo el disfraz de diplomático y otras de turista, pero siempre encargado a los mismos fines.
El se había criado en la zona de Sandino poblado rural del municipio de Guane Pinar del Rió, donde vivía ella cuando niña y a pesar de su rango dentro del aparato represivo, cada vez que visitaba a la familia, por lo menos se comportaba atento y elocuente con todos los vecinos, por lo que la gente a pesar de su trabajo lo respetaba y quería. Y no como a veces sucede por miedo, al contrario le profesan afecto sinceramente.
Observó que después del entierro sin honores, lo que provocó comentarios de todos tipos, y hasta llegaron a pesar sus propios compañeros que había traicionado la causa, “por el dichito ya trillado “de que en silencio ha tenido que ser”, nadie más lo mencionó, ni los jefes se ocuparon de la familia, entre ellos la anciana madre que estaba paralítica desde hacia muchos años.
Todo esto hasta un día que se enteró que había llegado a la zona una mujer en compañía de un niño de apenas dos años preguntando dónde vivía la familia de Marcelino.
Al fin hubo quien le informara y allá fue la señora a entrevistarse con Micaela la única de las hermanas que se encontraba en la casa en ese momento.
Después de los acostumbrados saludos y presentaciones comenzó el relato de los por qué y los por cuántos del suicidio de Marcelino.
Increíblemente al cabo de tanto tiempo la familia pudo conocer la verdadera causa y gracias a la visita de esta mujer llamada Magdalena que viajó desde la capital, con su hijo en brazos a contarle con detalles todo lo acontecido.
Así fue como la familia y los vecinos del lugar supieron que después del divorcio de Marcelino con la primera mujer, se conocieron y comenzaron una bonita relación de pareja.
Le comentó que sus padres se fueron a Miami, pero ella se quedó para terminar su carrera de Derecho, y que desde el principio hubo oposiciones por parte de los jefes de Marcelino, pero ella pensó limarlas con el tiempo, además su actitud nunca fue negativa, al contrario pertenecía a todas las organizaciones de masa, participaba en cuanto le encomendaban, y nunca se comunicó con sus padres en el exilio, y lo hizo para ayudar con su apariencia al joven.
Pero como se conoce todos los miembros del Ministerio del Interior, son analizados y acechados por el Orden Interior y ninguno puede tener vínculos con personas desafectas al sistema y mucho menos relaciones de pareja. Pero a pesar de todo lo que ella hizo a favor, no la aceptaron y cada vez que Marcelino tenía una reunión llegaba a su hogar molesto y quejándose de las incomprensiones de sus jefes.
Cuando salió del país en cumplimiento de la última misión, le pidió se cuidara mucho ella y el bebe que venia en camino.
Le dijo que lo notó triste, y pensativo, pero no quiso acosarlo con preguntas, aunque sabía que algo grave le sucedía.
Cuando regresó de este viaje al extranjero tuvo una reunión de más de cuatro horas, y llegó a su casa mucho más triste. A tantas preguntas le dijo que no querían siguiera con ella y aunque expuso lo del niño le dijeron que tenía que terminar con esa relación lo antes posible.
Ella trató de comprenderlo e incluso de dio opciones, pero el nada le respondió, al rato le dijo que iba a comprar cigarros y a las pocas horas le avisaron del suicidio, él que efectuó en una de las casas de visita destinadas a los interrogatorios.
Me dijo Esmeralda que la ira de la hermana se elevó al infinito y salió para el patio a todo grito maldiciendo al gobierno, al Mandatario, al tiempo perdido de su hermano, y hasta al pipi sigallo. Como podrán imaginarse en un dos por tres llegó el patrullero en compañía del DSE, (Departamento de Seguridad del Estado) a detener a la mujer por opositora, y en menos de 15 días ya le habían celebrado el juicio condenándola a tres años de privación de libertad por desacato a la primera figura, y de nada le sirvió mencionar al que fue su hermano, porque cuando lo supieron se ensañaron mucho más con ella.
Afirma que Magdalena la ex mujer de Marcelino, y el pequeño niño, tuvieron que solicitar la salida del pais, e ir a Miami a reunirse con la familia de esta, pues a partir del suicidio del hombre, no cesaron los acosos y las persecuciones, incluso sin causas la expulsaron del trabajo.
Cuando regresó de este viaje al extranjero tuvo una reunión de más de cuatro horas, y llegó a su casa mucho más triste. A tantas preguntas le dijo que no querían siguiera con ella y aunque expuso lo del niño le dijeron que tenía que terminar con esa relación lo antes posible.
Ella trató de comprenderlo e incluso de dio opciones, pero el nada le respondió, al rato le dijo que iba a comprar cigarros y a las pocas horas le avisaron del suicidio, él que efectuó en una de las casas de visita destinadas a los interrogatorios.
Me dijo Esmeralda que la ira de la hermana se elevó al infinito y salió para el patio a todo grito maldiciendo al gobierno, al Mandatario, al tiempo perdido de su hermano, y hasta al pipi sigallo. Como podrán imaginarse en un dos por tres llegó el patrullero en compañía del DSE, (Departamento de Seguridad del Estado) a detener a la mujer por opositora, y en menos de 15 días ya le habían celebrado el juicio condenándola a tres años de privación de libertad por desacato a la primera figura, y de nada le sirvió mencionar al que fue su hermano, porque cuando lo supieron se ensañaron mucho más con ella.
Afirma que Magdalena la ex mujer de Marcelino, y el pequeño niño, tuvieron que solicitar la salida del pais, e ir a Miami a reunirse con la familia de esta, pues a partir del suicidio del hombre, no cesaron los acosos y las persecuciones, incluso sin causas la expulsaron del trabajo.