Hoy recibí una carta de mi tía Luisa María, que aún viven o malvive en Cuba. No sabía por donde comenzar a leerla, pues hasta en el saludo se puede apreciar su agobio y desespero. Por eso decidí publicarla, pues considero que en ella va implícito el dolor de todo un pueblo.
La Habana 28 de mayo del 2009
Querida sobrinita.
Espero al recibir estas líneas estés bien, por aquí todo destruido, hasta las esperanzas no nos pertenecen, lo único que tenemos al por mayor, es hambre, pobreza, corrupción y un estrés que no hay quién lo soporte.
¡Nos morimos!...el período especial dicen regresa el 1 de junio, y ahora sí que nos aplasta. Por lo que no sé que será de mí y de tú tío Pedro, viejo y enfermo, recibiendo una mísera pensión que no nos alcanza ni para los productos normados.
No sé si sabrás que a mí al final no me jubilaron, se perdió mi expediente en el órgano del trabajo, y no tuve como justificar los 32 años que trabajé. Primero en la escuelita rural, después en la secundaria Básica, y por último en la escogida de tabaco. Todos se perdieron y a nadie le importo dejarme sin chequera.
Antes vendía los cigarritos de la cuota, los suaves a cuarenta centavos y los fuertes a cincuenta, ahora si me cogen me ponen una multa, pues dijeron por la radio que “van contra todas las ilegalidades”, y hasta vender cigarros en ese país es un delito que se paga con multa o cárcel.
Este país no avanza, ni avanzara nunca, pues quienes lo dirigen no nos consideran ni respetan. Es un gobierno tiránico, y los tiranos disfrutan de las desgracias de sus súbitos. Por eso vivo suplicándole a dios fuerzas y suerte para los que decidieron y deciden irse, en cualquier lugar se vive mejor, creo que hasta en el infierno seria mucho más grata la estancia.
Hace una semana que no hay agua. Hemos tenido que cargarla de la empresa que queda a cinco cuadras. Pedrito mi nieto me ayudó con un carrito que hizo con una caja de madera y le puso las rueditas de cajas de bola, pero como fuimos muchos vecinos, el director de esta empresa, nos dijo que no podíamos seguir cogiendo agua, pues el tanque estaba casi vacio y la necesitaban para el comedor obrero, que esperáramos por las pipas.
Las pipas son otro de los fantasmas de esta crisis, no existen ya en Cuba, por lo que tendremos que seguir esperando a que arreglen la rotura que dicen hubo en la tubería central.
También comenzaran los apagones, nos asfixiaremos del calor, y lo poco que se consiga para comer se pudrirá sin frio. No tendremos con qué cocinar. Yo no sé qué será de este pueblo, sin tener un fogón pues no sé si sabes que nos obligaron a aceptar las ollas arroceras, el fogón eléctrico, y el calentador de agua, con aquello de que ahora sí la energía seria estable, y nos quitaron la luz brillante.
Todo parecía que iba a cambiar, de pronto en uno de esos maratones y seguidillas que cada rato coge este gobierno, aparecieron ofertando a plazos, estos efectos eléctricos, hasta los refrigeradores viejos los cambiaron por nuevos.
¿Y ahora qué, pienso yo?... porque según dicen la cosa viene que mata a cualquiera del corazón.
Ya le dije a Pedro que me haga con una lata de pintura vieja un fogoncito de aserrín, como él que tu mamá, la pobre usaba en el período especial del 90.
Eso sí en la carpintería nos dan un poco de aserrín, pues no hace mucho fue Luis el hijo de Micaela a buscar para un piso que estaba echando de cemento y le dijeron que la gente lo estaba acaparando porque están en la espera de una nueva crisis, y como el taller no tiene producción, el aserrín está también escaso.
Antes podíamos ir al montecito de Basilio allá cerca de Juanelo, a cortar leña y resolvíamos con eso, pero ya ni leña hay, y donde la encuentras no te dejan cortarla, te ponen una multa, o te llevan preso.
Yo necesito si no es mucho pedirte que me mandes cuando tú puedas dos lámparas de pilas, pues aquí no encuentro ni velas, y como no tenemos luz brillante ni alcohol, no tengo como alumbrarme, y sé que si en el periodo especial que todavía algo quedaba nos pasábamos hasta semanas sin fluido, ahora con este país destruido, estaremos meses.
En el puesto de viandas donde ayer tuve que hacer tremenda cola y soportar empujones, y gente colándose para comprar las papas de la cuota, que al final no alcanzaron porque vinieron solamente para 100 núcleos y esta placita tiene 800, me enteré que en la semana pasada hicieron una reunión en la Zona Comercial con los carniceros y bodegueros y dieron la noticia de qué este mes viene todo rebajado.
Cuando te digo todo me refiero a la cuota de la bodega. Imagínate que nos rebajen el arroz, los granos, y el café que es lo único que tenemos. Porque los mercados libres campesinos pasaron a la historia. Y los del gobierno no venden ni yuca.
Antes nosotros resolvíamos con el mercado libre, pero ya ni en la Plaza de Marianao, ni en el mercado de Cuatro Caminos, encuentras que llevar a la jaba, a veces ni una malanga. y si encuentras algo, tienes que sujetarte el bolsillo porque los precios son sumamente altos, comparados con el salario medio, que no sube, siempre es el mismo.
Estos mercados antes estaban llenitos de viandas, hortalizas, carne de puerco y hasta de carnero, pero ya no queda ni por quién llorar. Llegas y vez a los dependientes recostados al mostrador viendo pasar la vida.
Y esto no es todo, si vez como está La Habana vieja, de mueres de tristeza, basureros por todas partes. No hay quien camine porque hasta las aceras están destruidas.
Han cerrado algunas tiendas, y las que permanecían surtidas en divisas, ya tienen varios estantes vacios, y los precios los subieron también, aunque en estas tiendas tampoco se encuentra nada de comer. La hambruna es generalizada.
Nada hija que estamos maldecidos por el santísimo. Yo me paso los días hablando de esto con mi vecina Caridad. Dios se olvido de nosotros, y aunque no tenemos en si la culpa, pagamos justos por pecadores.
A mi no se me olvida cuando en el año sesenta este hijo de buena madre, subió a un barco a curas y monjas, y las mandó para España.
Mi virgencita de las Mercedes tuve que enterrarla porque el presidente del CDR se encarnó en mi altalito, y no paró de meterme miedo con los barbudos y tuve que desmantelarlo.
Total por gusto, porque aquí siempre hubo doble moral, y ese mismo presidente del CDR tenía su santico en la billetera. Pero así es la vida, yo cogí miedo por que por cualquier cosa te ponían en la lista negra de los desafectos, y es mejor morir que caerles bajo el zapato de estos verdugos.
Caridad dice que no, que las cosas se ponen malas y después buenas, pero yo no le escucho porque aquí todo es terrible hijita, esto no lo tumba ni un terremoto, cada día que pasa nos aprietan más y no vemos la luz por ninguna parte. Hace falta que venga un terremoto y se los lleve a todos en la colilla.
Recuerdas el consultorio que hicieron a toda carrera con aquello de que cien mil médicos para atender a la población.
Nada, vacíos están todos, pues la última doctora a los dos meses de trabajar ahí, pidió una misión internacionalista y se fue para Venezuela a ganar billetes.
No hace mucho vino de visita y trajo un contenedor de muebles y cosas para su casa. Por eso es que todos se van a cumplir misiones, no por ideales, sino para poder resolver su situación que es como la de todos miserienta.
Desde que esta doctora se fue hace más de dos años, no tenemos médico, para cualquier situación hay que ir al policlínico, donde llegas y te pasas el día, y cuando te atienden y mandan medicamentos, no los encuentras ni en los centros espirituales.
Y qué decirte de la destrucción del mismo, sucio, sin baños, y los bancos de espera todos rotos, ni camillas hay para reconocer a los pacientes.
Yo pienso mucho en ustedes, pero sé que están bien, aunque los extraño. Ete régimen lo único que ha hecho es separar a las familias y acabar con el país. Y ahora nos regresa la inclemencia.
Si Pedro y yo no estuvieramos tan viejos nos lanzaramos en una lancha, pero con nuestra edad nada podemos hacer.
No sabes cuánto me pesa no haberme ido en el 60, pero era aún joven y tenía la esperanza de que esto no duraba ni un año, pero me equivoqué y ya no tengo remedio, tan sólo esperar la muerte, y que me tiren en el cementerio, si es que para ese entonces aún queda algo de la bóveda familiar, porque sin mantenimiento se le están cayendo los pedazos, a la mía y a todas, en cualquier momentos los huesos de los difuntos andarán por el campo.
Yo converso mucho con los vecinos que piensan como yo y no tienen miedo, y recordamos las odiseas vividas, lamentándonos para desahogarnos, porque qué otra cosas podemos hacer.
Nunca se me se me olvida el tizne en la nariz de tu nietecito cuando encendías la chismosa en medio de aquellos apagones de más de 24 horas, hasta las lágrimas se me salen, y cuando le calentabas la leche con papeles encendidos en un reverbero casero.
Tampoco se me olvidarán nunca tus infusiones de Flor de España, endulzada con la miel de abeja que te daba el Bolo cuando castraba los panales.
Lo recuerdo y se me erizan los pelos, porque ahora será peor, pues cuando aquello teníamos aunque fuera luz brillante y alguna que otra vez un poco de alcohol, pero sobrina ya eso en este país no existe, ahora enfrentaremos la nueva crisis con un país en ruinas.
En el periodo especial de los noventa comíamos hasta condones derretidos como queso sobre las pizzas caseras, hoy pienso que en este país ni condones hay para evitar el Sida, por lo que mucho menos para derretirlos.
Sobrina, son cincuenta años de deterioro, ya este régimen no es rentable, esto pasó de obsoleto a critico, al igual que este viejo que no se mure y sigue gobernando, porque él es quien dirige el país, desde la cama.
Tú sabes que el hermano es un monigote, y que si se revela lo mata, por eso estamos como estamos, por la mala dirección y el egoísmo de un viejo loco.
Cuando me dijeron que Estados Unidos le estaba dando un chance, vi los cielos abiertos, después cuando hablé con Pedro del asunto, me dijo que lo veía difícil, porque como el vive a sus anchas, nada le importa más que sus riquezas, por eso veía muy difícil que hiciera negociaciones, y mucho menos diálogo, él no habla nada más que con el mismo, o con aquellos que pueda gobernar, tú sabes que nadie puede más que el, y eso se lo cree y lo aplica.
No hace mucho Perlita la hija de Concha la de Sergio, tuvo que ir de emergencias al Calixto, y no habían sueros de esos que le pueden poner a los diabéticos, y le pusieron uno de glucosa y la pobre por poco guinda el piojito.
La suerte fue que Concha se puso a leer la etiqueta del suero y vio que decía glucosa al 5 por ciento, y corrió a llamar a la enfermera.
De lo contario no tuviéramos a Perlita en el barrio, estuviera de cuerpo presente en el cementerio.
Otra cosas que esta echada a perder aquí es la juventud, que no quieren trabajar en al agricultura, y no hay trabajo en otra parte. Y se la pasan en las esquinas tomando alcoholifan, acabándose con el hígado, ya Jesusin el hijo de Cary esta alcoholizado a tal punto que solamente de olerla, cae al piso borracho y tan joven con solo 37 años.
Pero están todos decepcionados, aburridos, e insensibles, nada más piensan en irse a cualquier lugar. O prostituirse para resolver su economía.
Si tanta juventud se volcara a los campos y sembraran te aseguro que abría que comer, porque este país tenia sus riquezas, y sus tierras son fértiles, pero este hombre acabo con ellas, ahora cuando miras a derecha e izquierda por la carretera solamente ves marabú y tierra seca. Igual sucedió con los centrales, y el tabaco, los dejó de la mano, y se metió en otros asuntos para el más importante, como siempre el pueblo es quien paga sus errores.
Veremos a ver que sucede ahora porque pienso la gente no aguanta más, y algo tendrá que pasar para bien, porque para mal ya estamos con la muerte encima.
No te olvides de mandarme las dos lámparas, y algún dinerito mi hijita porque si no me ayudas a sobrevivir tu tía de ésta se queda en el camino.
En cuanto tenga otro chancecito te vuelvo a escribir, y si encuentro sobres y hay sellos en el correo, porque hasta esto se perdió y ni en divisas los encuentras.
Dale muchos besos a mi hermano, a tu hija, nietos, y para tí .
Tú tía que no te olvida
Luisa María.