Fuiste para mí
Cálido, tierno, lleno de no me olvides
Todo magistral
A la medida
Sin neblinas
Ni rincones prohibidos
No hubo trampas
A la hora de tocarnos la piel
Por dentro y por fuera
Saber si éramos paralelos
O simplemente un hombre y una mujer
Ante la magia del sortilegio
Yo nunca lleve armadura
Tu si
Cerrada hasta la cava superior
Con el objetivo de que no se filtrara
Ni un sólo sentimiento
Aun así surgieron los encuentros
Como bocanas en puro celo
Gritaban los anhelos
El corazón se me encendía
Y solamente tú podías apagarlo
Era tanto el amor
Que comencé a padecer de una ceguera cómplice
Por eso no advertí los verdugos de turno
Empeñados en destruir la claridad y los hervores
De nuestra máxima intimidad
Hoy te recuerdo y sueño
Sueño y te recuerdo
Y quiero sentir tus manos sobre mi cuerpo helado
Que tu boca me atrape
Con la misma entereza
Mirarme en tus pupilas
Transparentes
Para volver a ser tuya
A mi manera.