No acepto rejas
ni por dentro
Ni por fuera
La libertad es mi
fuerte
Por eso defiendo
mis designios
En blanco y negro
Gústenle a quien le
gusten
Pésele a quien le
pese
Desterré de mis
recuerdos
Barcos delirantes
Chalupas de mala
monta
Todos empeñados
En trasgredir mi
conciencia
Atarme a la proa
Por suerte
también
Aniquilé a
sabandijas
Disfrazadas de
filibusteros
Enajenadas
Hasta los
tuétanos
Fingiendo un
donaire
Comprado en las
callejuelas de Paris
Sin importarles
la cursilería
De los monjes
aprendices
De diabólicos
Amputándole el
futuro
A media humanidad
Por eso me harté
De tantos filantrópicos
Extendiendo la
mano
Y lanzando el
puñal
Sin darse cuenta
Que la piel es débil
Y mucho más
Cuando le falta
el pan
Soy testigo
Hasta se sufre de
alucinaciones
Y en sueños y
pesadillas
Divisamos
El lomo del
cordero ardiendo
Uvas, nueces
Y el mejor vino
Despertamos
Con los ojos
vidriosos
Y la boca turbia
De tanto rechinar
los dientes
No acepto rejas
Ni por dentro
Ni por fuera
Me gusta la
deriva
Inventarme alas
Enfrentar imposibles
Cobardes
Y turbulentos
Y después reír a mandíbula
abierta
Al verlos
Huir
Sacudiéndose los
pies
Atribulados.