Todos mancharon el futuro
Y se afanaron en que solamente yo
Limpiara sus orificios
Cuando no había tiempo
Para ganarle la partida
Y así fui de peldaño en peldaño
Con la sonrisa nula
Y el corazón en crisis
Mientras la muchedumbre familiar
Transitaba
Con la voz en alarma
Despedazando increíblemente
El único pedazo salvable
En unos pocos minutos
La vida llegó a su final
Sacándome la luz de cada ojo
Obligándome a aceptar
Por decreto
La inmensa oscuridad
Que no deja de acosar
Mi endeble esqueleto
Qué mal hice
A quién le robe la tranquilidad
Por qué ese afán de arruinar
Hasta la última partícula
A dónde fue la piedad
Los frutos
O solamente sembré
En terreno baldío
Hoy marcho con la fe
Colgada a los zapatos
Impávida
Sin fuerzas
Necesitándolo todo
Confundiéndolo todo
Soportando aguijones
Lanzados a mansalva
Y mientras tambaleo
Observo el regocijo
Empeñada en conquistar y reconquistar
El código de la ternura
Completamente perdido