Me canse de jugar
A un apego de mentiras
Donde todo el dolor va a parar
Al mismo sitio
Tenías razón
Cuando huías desaforado
Evitando la sed
Y vernos envueltos
En un esplendor casi salvaje
Dirigido solamente
Por el imperio de mis alas
Cansado de habitar
Un rincón solitario
Tonta de mí
Creyéndote la otra mitad
Buscando y rebuscando
Soberbiamente
Efluvios que no existen
Empeñada en conquistar
La inconsciente luz
Claramente no había destellos
Solamente una apología
Que hoy observo
Desmoronarse en su propia catástrofe.