Apasionada pensé
Que derrotaba
un hálito a la historia
Aferrándome a
tus manos
Esculpidas de
arcilla y lino
Sin advertir
lo divisorio
Entre mi
ansiedad y tu arrogancia
No vi la
espada
Ni a los
inescrupulosos adversarios
Jugándose a
cara o cruz
El desenfreno
Apareció el
León
Con las
fauces
Llenas de descontento
El arcón
abrió sus alas
Halado y
descompuesto
No hubo
tregua
Entre crueldad y clemencia
Llegamos al
punto muerto
Todos en
diagonal
Comenzaron
Los signos de demencia
Y sin
pensarlo
Fuimos a
parar
Al otro lado
del misterio