He visto el paraíso
en tus ojos
Y el desierto
en tu lengua purpurina
Demasiada confusión
Para un amor
de pecho
También he
visto la cueva
De los
escarabajos y los colibríes
En la misma sonrisa
Estabas asignado
a dos tiempos
Lleno de
herrajes y ternuras
Metidas entre
un llanto mayor
Edulcorado por
cismáticos indisolubles
Así me fui
acostumbrando
A vivir sin
detalles
Enamorada de
todas las quimeras
Sintiendo
desaforada y febril
Y sofocando
el sentimiento
Después de
algunos sorbos de apego
Entre el
morbo y la rigidez
Muchas veces
se soltaron los jinetes
Y cabalgaron
Sobre la
insensibilidad
Hasta que me
vi más solitaria
Todo el tiempo
en escena
Convertida en
payaso y celestina
Suplicando un
mimo
Sé que nadie
tuvo la culpa
Ni siquiera
los saltamontes
Ni las
costumbres adulteras
A veces me
discuto
Si eras
humano o simple sombra
Y me quedo
mucho rato en solitario
Buscando y
rebuscando
Lo que sí sé
Es que no fue recreación
Ni fuego
Por suerte
las olas
Se han llevado
las piedras
Los erizos y las babosas
Ya no veo el paraiso
Ni tus ojos
Mucho menos el desierto
En tu lengua purpurina