La vida va
colgándonos la piel
Abriendo grietas
Alunándonos la espera
A veces cuerdos
Otras completamente
inertes
Sin reflejos ni para los
ineptos
Más devoradores
Mientras los
forasteros
Llevan la luz
Y la vara
Presumen de elegidos
Porque una vez fueron
cantores
Nosotros no podemos
asomarnos al estanque
El agua está en veda
Escoltada por hojas
secas
Y culebras avivadas
Solo un alto
framboyán
Lleno de hilachas y
pesadumbre
Cobija al esqueleto
Mientras el vulgo
pasa
Lanza un mendrugo
Sin ofrecer la
brújula
Y allí quedas impávido
Llorando hacia dentro
Sin cobija ni luna
Ovillándose y
desovillándose
Lleno de hirsutos
desaliñados
Sin pan,
Ni vino
Quizás sin paladar
Mientras los perros
pasan
Los gatos y los
hombres
Ciegos y mal paridos
Esperando que regrese
El azogue a los
espejos.