Entre la guadaña y el desprecio
Las horas se almacenan
Indestructibles
Me llenan de fantasmas
Cubiertos de pubertad
Me lanzan a la cara
Que mi piel es de lija
Mis ojos han perdido irradiación
Las horas se almacenan
Indestructibles
Me llenan de fantasmas
Cubiertos de pubertad
Me lanzan a la cara
Que mi piel es de lija
Mis ojos han perdido irradiación
Por eso corro sobre el recuerdo
Y me amilana
La muchacha gélida
Con desmanes de princesa
Deseada por la multitud
La comparo
Con lo que escucho y veo
De lo que queda
Incoloro
Estéril
Incapaz
Me arrincono en mi propio yo
Me hundo en sus espacios
Se mete la fiera
Se clava en mi impotencia
Y cada vez muerde más el azogue
Repitiéndome con fuerza
Rompa ilusiones
Y lirios
Que el tiempo es dueño y señor
De la forma que duele
Y allá van las turbonadas de palabras
Envueltas en un griterío insoportable
Hasta que llega el verdugo
Pone mi cabeza sobre el tronco
Decapitando
Los pocos días que me quedan