Llegaste cuando menos lo esperaba
Con tu montón de ruinas despojándose
Yo integra
Con deseos intocables y feroces
Abierta
A la apariencia y al vaivén de lo insólito
Éramos tan jóvenes
Tan sin saber por qué
Y nos dimos al amor que florecía
En nuestro sendero de rosas milenarias
Tú y yo,
Dos cuerpos incólumes
Aferrados
Sedientos
Capaces
Tú y yo
La misma enredadera
El mismo gancho
Todo exacto
E inventamos la manera precisa
La coordenada justa
La erección y el orgasmo
Que invadiera la plenitud de las esferas
Te gustaba mirar por los recodos
Acurrucarte al halago más preciso
Ser mi seductor desenfrenado
Mi poesia mistica
Yo te amé como a nadie
Como a nadie te amé y lo supiste
Después la insurrección
Las irreverencias
El paso endeble
La palabra muda
Y el desquite final
En medio de las cejas
Nada quedó, lo siento
Ahora no puedo evitar tus limaduras
Ni que vagues por el tiempo como el polvo
Pero si estoy segura que en cada madrugada
Cuando te des nuevamente al sortilegio
Llegará mi recuerdo
Hasta tú quinta puerta
Y una lluvia de besos
Invadirá de golpe
Tus pupilas agudas.