Te veo ir y venir en caravana
Pregonando la dicha que no tienes
Yo que te creí volcánico
Descubro
Que eres menos que una hoja
Que se deja llevar por cualquier viento
Hombre pesadilla
Cubierto de objeciones y normas
En pleno siglo XXI
Por suerte el tiempo pasa
Y cura
Todo fue sorpresivo
Nubarrón de suicidios sentimentales
A la hora menos esperada
Sin advertir mí pecho roto
Mis debilidades todas a flor de piel
Mis cuatro décadas derribadas
Y no tuve más opción que aceptar la realidad
Para no morir de frío
Ante la avalancha de torvas
Punzantes
Sin compasión
Ni pena.
Por suerte en mi corazón
Quedaba un sitio
Intocable e impoluto
Donde pude ocultar tanto extravío