Voy asqueada y sin rumbo
Midiendo el paso, destruyendo fragmentos
Mi cerebro es una ráfaga
Mi corazón un acordeón sin melodía
En esta casa oscura donde todo me sabe a
desamparo
Grito, maldigo y nadie me responde
Imploro y suplico y nadie me responde
Solo a mi lado permanece la orfandad
Y este sentimiento de holocausto
Por qué enfrento de un golpe el
laberinto
Si no maldije a nadie
Por qué me llevan al sacrificio
Me clavan en la cruz
Escupen y patean
Y aunque deambule en busca de un regazo
Solamente encuentro la voz del
extranjero
Repitiéndose
Lacerándome
¿Será que la muerte me persigue
Cobrándome la deuda
¿Tengo un destino roto
O no tengo destino?
¿Soy la gran desheredada
O estallo como Troya?
¿Perdí el paraíso
O ruedo por la vida como un galgo?