Tal vez sean las huellas
De este espanto
Tu actitud en contra de los muelles
O esa forma de asirte al devaneo
Pero palpo en tu voz
Poca elocuencia
Un ras de nubes borrascosas
Tratando de justificar lo imperdonable.
Sin importante si deambulo
Sobre la espina mayor
Siempre te dije que apagaras
Las brazas
Que no era tiempo de sueños
Y menos con la realidad que cuelgas
Perpetua
Inacabable
Pero nada te importo
Y continuaste presto a demolerme
Hacer que mi última sinfonía
Estrenara su trino
Dentro de la enorme llovizna
Que crece
Y desmorona
Tú tan sabio y audaz
El sabelotodo
El juez implacable
El hombre luz
Repleto de luces falsas
Te afincaste imperecedero
Sobre el hambre de mis huesos
Y arrullaste mi dolor
Entre cantatas hipócritas
Y palabras rebuscadas
Sabiendo
Que nunca habrá ternura en este suelo
Indómito