Nadie avisó esta guerra
Nadie me dijo que trajera coraza
Ni siquiera una máscara
Para entrar a la fiesta
Llegué como todos
Con mis manos abiertas
Con mis ojos clarísimos
Con mi verdad a cuesta
Llegué perfectamente
Llena de ilusiones
De dignidad y glorias
Y comencé a cruzar
Puentes
Y embestidas
Atajos y
Limosnas
No fui al sacrificio
Es cierto…
Perdí el distintivo
Por falta de advertencias
Y en menos de unos meses
Cuando encontré la luz
El reptil la seguía
Me volví una indigente
Una mujer oscura
Una pequeña alondra
Apedreada y confusa
Un animal ajeno
Perseguida
Y hastiada
Donde llueve y no escampa
Donde no tengo nada.