La mujer de los ojos de vidrio
Se asoma corcoveante
Destripa sus ideas embrionarias
Hace un aparte a espectros y bufones
Ya no tiene manos
Ahora acaricia la ofuscación
Con su boca aliñada
Suena sonajas y disparates
Por las calles silentes y amarillas
Deshoja rosas disecas de recuerdos juveniles
Se aprieta en un rincón de su aposento
Soportando y soportando
El enérgico griterío
Los ultrajes
A boca de jarro
El simulacro de posesión por partes
Apaga los libreros
Las velas
Y acomoda
Un pedazo de viento
La mujer de los ojos de vidrio
Rompió las portezuelas
Penetró a hurtadillas
Afiló sus dientes deshilachados
Escupe la comunión
Los santos oleos
Del panteón familiar
Y se convierte en piedra
La mujer de los ojos de vidrio
Maneja la aparente cordura
Sujeta a la bomba de tiempo
Tranquiliza sus neuronas más rebeldes
Y espera libertina y soslayada
El momento preciso
Donde poder izarse en fuego
Y llevar a la horca pueblerina
Tantos momentos de usurpación profana