Han puesto cerrojos
En todo el
pavimento
No se puede
aspirar
Ni a un golpe
de luz
Tendremos que
seguir
En la perpetua
Oscuridad
La que no
quiere nadie
Y a todos nos
atrapa
Por suerte
queda un sonido
Y un ápice de
alas
Resquebrajadas
Pero alas
Que quizás no
sumemos
Al desastre
De todas formas
Gritamos hacia
dentro
Tratando de despertar
La luz interior
Muchos siglos
caminando
Sobre las aguas
Sin ser dioses
Mientras los
amuletos
Pululan en las
vitrinas
Del vendedor
Y los oratorios
se llenan
De almas a tres
por kilo
Y a ti y a mi
Nos duele
La espera del
perdón
Los caballos
halados
Por bellacos
La voz trillada
Profesando
veletas
Y nuevas
comuniones
Sin detenerse a
mirar
El pozo seco
Y las piernas
que se amputan
Ni siquiera al
niño que arrastra
La cobija
Hasta llegar al
muro
Lleno de
trepadores
Hambrientos
Y esperanzados
Todo ocurre en
un segundo
El golpe estaba
esperando
Con el filo en
el colmillo
Y las
trincheras de odio
No dejan de
pulular
Las bilis se
rebosan
Y la
civilización se le escapa
A cualquiera
Si yo pudiera
Tragarme el
plomo
Con el plástico
Si yo pudiera
Tapar la tembladera
Y sembrar en su
lugar
Versículos del
evangelio
Pero la
realidad
Es una tela
negra
Que salta como
buitre
Y nos acosa
Te lo digo yo
Que sepulte mis
lágrimas
Y ahora las
desentierro
A ver si logro
escapar
De este lugar
desmoronado
Donde un can pasea
en coche
De lujo y con
escolta
Y los hombres
Dejan los
talones sobre el polvo.