ENTREVISTA LOS AZOTES DEL EXILIO NOVELA

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DEDICADO A MIS PADRES

Wednesday, December 13, 2006

PROLOGO

Hombres sin rostro
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Es el título del poemario del periodista independiente, y prisionero de conciencia Ricardo González Alfonso, prologado en Miami 2005 por:
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Adela Soto Álvarez
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La poesía surge y la pluma entrelaza imágenes con el lirismo que cada palabra necesita, y a pesar de qué en este caso pudiéramos llamarla poesía de urgencia a causa de las adversidades del medio en que se encuentra su autor, podemos asegurar que surge como un rito de iniciación libertaria, y así lo podemos ver en este nuevo poemario, donde se reúne el sentimiento y la cólera de una de las voces encarceladas en la ola represiva desatada en Cuba contra la libre expresión del pensamiento en marzo-abril del 2003.
Pero como ven no importan las distancias, ni el cautiverio, para que a pesar del dolor la ternura resurja como el ave fénix y entone al mundo la palabra precisa de Ricardo González Alfonso, quien deja en cada poema un testimonio carcelario con toda la rebeldía del cubanismo que lo distingue.
Este hombre nacido en Bauta, provincia de La Habana en l950, bajo el signo del zodíaco, acuario y tigre en el horóscopo chino, nos hace sentir su autenticidad en un tono lírico, épico e independiente, así como lo decidió ser a partir de l995 cuando se sintió abrumado por la falta de libertad de su país, y se incorporó a la prensa independiente, enfrentando al gobierno con la constante publicación de sus trabajos, donde en ningún momento dejó de denunciar la realidad cubana y sus violaciones ante el mundo.
Su obra destaca entre imágenes desnudas y una entereza original de su estirpe su desgarrado pecho ante las inclemencias de la cárcel, donde cumple su condena política en una celda compartida con reos de diferentes causas, entre ellas las comunes.
En cada poema recopilado no se resalta solamente la nobleza y el amor, también la rebeldía almacenada, y el constante deseo de hacer justicia, engalanan otras imágenes como lo expresan los siguientes versos:
“con la sonrisa de los ángeles y la mirada de tridente/llegan los doctores de la ley/sin toga /ni birretes”…
O cuando en el poema que denominó FICHA se desgarra al decir.
“Dieron la orden /en un cementerio de papel/con mortajas de tinta/sepultaron mis huellas/
o en CROQUIS, cuando como un canto de dolor dice:
“Y bajo un cielo de hormigón /iluminado/por un astro/de cristal/yo canto”…
Su voz plagada de acertijos, retomando en algunos casos palabras bíblicas o de la mitología griega.
En otras metáforas cultivadas al son de la inclemencia, se convierten como el mismo dice en uno de sus poemas en “Signos de añoranza que mueren en la piel del reo”.
En El Canto del cautivo, dedicado a su esposa, se desborda cuando dice:
“No hay distancia en la memoria/tu presencia/y ausencia /cautivan al cautivo/Los recuerdos son tangibles/si invoco tu nombre/y traslúcidas las murallas /si sonríes /Tú alegría es la luz/tú amor /El milagro diario de Dios/. También se desarma ante los versos, “Nacen huérfanas las palabras del presidio/nacen huérfanas y homicidas.”…
Y qué decir de su corazón destrozado ante la ausencia de sus hijos, cuando exclama al mirar sus fotos
“Nostalgia y alegría/de rey y de profeta/ David y Goliat/ Daniel sin leones/Instantáneas del alma/retrato de dos designios /que al cautivo acompañan /Arbustos genealógico/de dos ramas/mi sonrisa/mi añoranza/
Su insomne canto traduce un mundo de palabras que muchas veces son el eco de los gritos del alma, y otras una señal de alerta.
Ricardo González Alfonso, uno de los poetas contemporáneos que sufre la injusticia del poder, nos regala en este sencillo pero intenso poemario su más genuina poesía, nacida tras los fríos barrotes de una penitenciaría cubana, donde algún día no muy lejano se alzará la libertad y nuestro hermano dejara de estar entre los “Hombres sin Rostros.”