La poesía como arte exclusivo del género humano es un vínculo capaz de conducir al hombre a determinados lugares del espíritu y llevar estos sonidos a las más bellas expresiones.Y esto es lo que sucedió con los versos que conforman el poemario titulado Confesiones antes del Crepúsculo, escrito desde una de las penitenciarias cubanas por Jorge Olivera Castillo, uno de los 75 opositores encarcelados injustamente por defender la libre expresión de las ideas el l8 de marzo del 2003, en una de las más grandes olas represivas desatadas en la isla caribeña.
Este hombre condenado a l8 años de privación de libertad y liberado por licencia extra penal, recibió una de las más nobles inspiraciones a pesar de las infrahumanas condiciones ambientales en que tuvo que vivir un largo tiempo.
El amor, la soledad, la nostalgia de la libertad y de los seres más queridos fueron taladrando su espíritu y posando en sus manos la palabra precisa a la hora de conformar estos 37 poemas, donde quedó reflejado su sentimiento y su tristeza.
En estos versos no podemos hablar de metáforas escogidas, pero sí podemos decir que todos fueron el fruto del dolor de la rebeldía almacenada, sin proposiciones obstinadas y con un lenguaje dinámico y sincero, donde se denota en cada vocablo las más tiernas sensaciones.
También se destaca la necesidad de hallar el equilibrio indispensable y la hegemonía expresiva, y aunque no existen barnices intelectuales, su temperamento se descarga con palabras sencillas, que se van agrupando como un halo de materia lírica, para dejar plasmada en la historia toda la sensibilidad que guarda este cubano.
Y así se puede apreciar cuando dice… “se me han perdido los ruidos en la espesura del tedio/ huele a viejo el asfalto sin el cuño de mis zapatos” o cuando en el poema
Razones se desgarra al decir… “Atrás quedó una canción herida/ las plumas de una gaviota /y el gemido de aquel beso/…
Poemas a la esposa, a la gratitud, y a la soledad, en fin a toda la nostalgia que padeció y padece en una tierra encarcelada, son los versos que verán la luz en este poemario dedicado a la esperanza, guárdenlos para siempre en el mejor lugar de sus recuerdos.
