Como ola vas y vienes
Legándome un maremoto de inconstancias
Donde la resignación no
tiene espacio
Llueve de forma
tormentosa
Mis ojos se mutilan
Mi corazón también
Y no encuentro fuerzas
para olvidar
Tu boca acostumbrada
Tus manos deslizándose
Con esa maestría felina
Que solamente puedes
darme
Ni siquiera percibes
Lo puro de estas ansias
La entrega sin fronteras
De un frugal a otro
El deseo imborrable que
permanece quieto
En espera de reflexión y tiempo
Para volver a fundirnos
en una espera corta
Donde vuelvas a ser mi
rey
Y yo sea tu reina