(Reportaje realizado en el Parque de la Juventud. Ciudad de la Habana)
Por: Adela Soto Álvarez.
Después de tantos años de fundada nuestra capital habanera, nos detenemos a observarla tristemente, dándonos cuenta de los innumerables desgarros, el deterioro, la mendicidad que resalta en cualquier esquina y la mayoría de los habitantes que deambulan indiferentes con todas las carencias sobre los hombros y lo peor de todo, dispuestos a llegar hasta las últimas consecuencias con tal de sobrevivir a la hambruna que los consume.
Dentro de estos hombres y mujeres está la juventud cubana, que por una y otra causa les ha tocado una de las partes más tristes de este lamentable bache social, y que sin otra opción han tenido que tomar el camino del detrimento espiritual, por salvar su estómago y el de sus familiares.
Entre cigarros de marcas extranjeras, ron, chicles, ropas elásticas y zapatos de tacón muy alto, muy parecido a los zancos de los japoneses, mochila a la espalda y el exceso de coloretes en las pálidas mejillas; espejo inevitable del desgaste corporal y el sin número de horas expuestas a la venta de sexo, se encuentran las “Abejas Nocturnas” o “Muchachas de la Noche”, que van de calle en calle al acecho del primer extranjero con billetes que se les acerque.
Entre ellas esta Mariley. Solamente tiene l7 años, pero hace dos que se dedica a lo mismo. Fuma descompasadamente sin importarle otra cosa que no sea “tener un buen día”.
-No soy prostituta, aunque muchos me llamen así. Me crié con mi abuela, pero siempre me gustó tener lo mío. Soy del campo y el campesino se acostumbra a lo bueno rápido, por eso cuando se pasas una semana comiendo como dios manda y en la capital, no quiere regresar a su pueblucho.
Yo empecé en Varadero, una amiga me llevó, después vinimos para la capital, porque es más fácil, te paras por ejemplo, en el malecón y enseguida un turista te recoge,…además haces mucho dinero porque hay más extranjeros.
Muy cerca de Mariley están otras muchachas casi adolescentes que quieren decir y decir tal vez para desahogarse o simplemente por inercia.
Una de ellas es Marcia con apenas l5 años, pero su decisión la hace adelantarse a las demás y decide por voluntad propia continuar diciendo, aunque lo hace a hurtadillas pues hace varias horas se oculta tras la fuente del “Parque de la Juventud” y le conviene meterse dentro del grupo para no ser descubierta.
-Terminé hace una hora.- Nos dice muy dispuesta, y prosigue sin rubor y con palabras increíbles.- Me pasé toda la noche con un italiano, pero me metí aquí porque estoy escondiéndome de aquel que ven allí, el del pulóver rojo con el letrero, quiere que le de todo el dinero que hice, pero nada de eso, pasé muy mala noche soportando al vejete, y su saliva pestilente, para que quiera quitarme lo que me gané con sacrificio.
El único “chulo” que yo acepto es mi hijo, ese si me puede chulear, porque trabajo para que no me le falte nada. Mi hermana Celia me lo cuida y yo le giro todo lo que puedo. Tiene cinco años. A mi madre nunca le interesé.Vive con un borracho que no deja de meterse en mi vida. Me violó cuando tenía l3 años, y ella no me creyó cuando se lo dije, acusó a mi novio de aquel entonces, pero no fue él, sino su marido.
Mi madre es muy mala persona, y a mi padre no lo conocí, por eso no me queda otro remedio que estar aquí. Hay muchos padres y maridos que tienen a las hijas o mujeres “jineteando”, no es mi caso pero el de Aidita y Silvia si, ellas vinieron para acá porque el padre las mando a buscar fulas.
Aquí se encontraron con dos tipos que las engañaron diciéndoles que las iban a sacar de esta vida, y no fue así. Se cogieron el negocio para ellas, y es cierto que la representan pero como chulos. Las explotan tanto que el otro día me dijeron que era mejor estar muertas. Yo no pido dinero, ni le pongo cifras a lo que me dan como pago, El yuma sabe que me tiene que ayudar, porque la cosa aquí en Cuba esta muy mala.
A algunos no les importa ni como te llamas, sólo quieren tu cuerpo y que les hagas de todo sin escrúpulos, por eso una por ganar más le hace todo lo que piden. Los que más pagan son los turistas que vienen por primera vez. El que vino otras veces te paga muy poco porque ya otros le dijeron que nosotras estamos necesitadas.
Por eso una cuando sabe que anda con tipos de esa clase lo que trata es de divertirse, comer bien y antojarse de algún vestido o zapatos, porque sabe que después te pueden pagar o no.
Teresita parece un ángel del cielo. Hace tres meses cumplió l6, pero aspira en sus sueños adolescentes casarse con un extranjero, por eso dice con inocencia y entusiasmo:
-En marzo viene un mexicano a casarse conmigo. Tiene 56 años, pero a mi no me importa, como si tiene 80. Fue el que Dios me mandó, y lo sé porque está forrado en billetes. Es dueño de muchas firmas en su país y aquí en Cuba, y a mi lo que me hace falta es comprarle una casa a mi vieja que tiene 60 años y nunca pudo trabajar por sus enfermedades.
Mi padre la abandonó después de darle mucho golpe, ahora soy yo la que tengo que hacer por ella.
Yoalys es menos soñadora y sin alabanzas nos dice:
-Yo verdaderamente tengo mucho miedo, y mi objetivo no es casarme con nadie, y mucho menos con un extranjero que no se quién es, lo que hago lo hago porque no tengo otra posibilidad de ganar con que vivir decentemente.
Mercedes María, dice haber llegado hace poco a La Habana. Es tímida, pero como Yoalys no tiene otra posibilidad que no sea vender el sexo barato, por eso con tristeza nos comenta:
-No crean que aquí se gana mucho. A veces te dan golpes y te obligan a hacer cuadros pornos, y tomar drogas, después no te pagan y nada puedes hacer, porque la policía no se mete en estos asuntos. Por eso muchas nos buscamos a un hombre que nos ayude, aunque nos chulee, y tengamos que darle la mitad o casi todo de lo que hacemos en la noche.
Mientras Mercedes María dice estas cosas, Niurka mira al horizonte con los ojos tristes, pero conformes y cuenta sus experiencias sin mirarnos a la cara.
-La primera vez que lo hice no se me va a olvidar nunca .Fue con un Italiano que me pagó con un billete según el “Lira”, o algo así, Pensé que con eso tenía para asegurar el futuro, pero cuando fui al banco a cambiarlo, por poco me muero. Eran 5 dólares con 65 centavos. Al verme sin dinero y sin tener para dónde coger, ni a quién quejarme, porque ni para el alquiler del cuarto me alcanzaba, me puse de acuerdo con una amiga que me llevó a casa de su tía, una señora muy bien portada que se dedica a este empleo.
Ella no es mala persona, atiende bien a las muchachas, tiene a cuatro trabajando en esto y ella las representa, les da techo y de comer, ahora conmigo somos cinco. Así es como estoy sobreviviendo después de lo que me sucedió, porque yo no regreso a mi pueblo por nada de este mundo.
Mariela es oriental y de grandes ojos negros. Algo temerosa, pero mantiene su sexo a toda costa aunque asegure que otras no lo hacen.
-Yo cobro l00 dólares por hacer el amor natural sin “strip tease ”, ni fotos, mucho menos grupos. A veces te dan hasta 600 dólares por estar con dos mujeres. Tengo dos amigas que viven de eso, pero a mi no me gustan esas cosas, solamente lo hago con hombres aunque sean viejos, pero que sean hombres…Muchas veces he hecho 50 dólares de multa y me voy tranquila.
Multa es cuando uno le pide al extranjero que te pague un trago y no lo consumes y te quedas con el dinero. O si te dan un billete grande y no le traes el vuelto. Claro que si te agarra ya sabes lo que te pasa, tienes que hacerlo varias veces a la fuerza y sin cobrar ni un centavo.
Liudmila lo observa todo calladita, pero necesita decir algo que tiene dentro por eso interrumpe el dialogo de Mariela y dice:
-Nunca lo he hecho con jóvenes, estos solamente quieren hacer el amor como una maquinaría y te acaballan toda.
Rosita es tierna y dulce como una florcita recién abierta. Su voz leve es como un susurro, pero su experiencia grave. Hace rato quiere hablar y no deja de masticar un chicle que ya está tan amargo como su alma.
-Mi caso es diferente al de ellas, porque tengo un anciano que viene todos los meses a verme y me paga l00 dólares porque lo acompañe a beber solamente. Aunque de vez en cuando tengo que dejarme tocar por él, pero eso es lo de menos, porque hacer el amor no puede.
El novio que tenía lo tuve que dejar, porque cuando supo en lo que yo estaba se quiso volver proxeneta y conmigo no va eso. Muchos cuando les permites que te representen y te chuleen, si no les das todo lo que ganas, te matan. Así le pasó a una de nosotras que amaneció muerta en el CUPET de Malecón y Primera, aquí en el Vedado. Hizo mucha plata y no le pagó al tipo y la mató en la madrugada al salir del hotel Riviera.
Rita Lina al escuchar estas palabras enseguida argumentó con un poquito de temor y sin dejar de mirar para todas partes:
-A mi me registraba todas las noches el hombre con que yo estaba. Creía que yo le ocultaba el dinero que me pagaban. Me metía el dedo hasta en la vagina. Le cogí tanto miedo que tuve que dejarlo, desde que lo dejé ando al garete, pero me va mejor por lo menos nadie me quita nada, aunque me expongo a que me utilicen y no me paguen, porque muchos cuando nos ven sin representación lo hacen.
Mariíta cumplió 18 hace cinco días. Llegó de Santiago sin saber a dónde venía, solamente que iba a realizar un trabajo para resolver la economía. Por eso nos dice:
-El trabajo que realizaba en mi pueblo era duro y por un salario muy malo, noventa y cinco pesos al mes en moneda nacional, por eso cuando mi prima me dijo que en La Habana todo era diferente, no lo pensé dos veces, ni pregunté cual era el trabajo que iba a realizar. Yo soy graduada de economía en la Universidad de Santiago de Cuba, pero nunca me pude vincular con la carrera que estudié. Todo lo que me ofertaban eran trabajos de mano de obra barata. Sé que esto que hago no es honrado, pero lo honrado es muy mal pago y las necesidades son muchas.
A ver por qué el gobierno no aumenta los salarios y los paga en divisas para que la juventud no tenga que prostituirse por necesidad no por deseo?
Niuvys se ve recelosa, por eso se ha quedado rezagada del grupo de muchachas que rodean la fuente del parque donde estamos haciendo las entrevistas.
Hace unos minutos dijo que no iba a decir nada. Pero se embulló al escuchar los testimonios de las demás.
-Las jineteras no son amigas de nadie. Te envidian mucho, cuando saben que te va bien tratan de tumbarte el punto, poniéndote la bomba, la podrida, la mala. Hablan mal de uno, dicen que uno está enferma, o te roban y no puedes denunciarlas, también la guerra con los taxistas es grande, lo máximo, si vas con ellos el botero le cobra cinco dólares al extranjero y te da uno y en la casa de citas, que aquí en la habana hay montones te dan diez de veinte dólares que cobran.
En un final todos te explotan, la única diferencia es que en estos adquieres divisas que por lo menos te sirve para resolver algún problema económico, pues en este país todo es en divisas. La moneda nacional la pagan para comprar solamente lo normado de la bodega, lo poco que viene, porque para otra cosa no sirve.
Claudia vino de matanzas aunque nació en un lugar del occidente pero no quiere decir donde, solamente dice:
-Mi madre estaba loca porque yo cumpliera los l8 para que me pusiera en esto. Siempre me dijo que los billetes lo cubren todo, que con dinero no importa tener moral o no, porque hasta el honor se compra con verdes.
Virginia al escuchar esto decide contarnos lo siguiente:
-La mía se volvió loca cuando supo en lo que andaba, pero después se acostumbró Yo la ayudo mucho, ya le compré una casa nueva y a mis hermanos no le falta nada material. ¿Amor?..., eso a mi no me interesa, ya dejé de pensar en eso, ahora solamente pienso en casarme con un francés que está forrado en dólares.
Como bien dice la mamá de Claudia,… el dólar lo compra todo hasta eso. Ana Luisa piensa igual y expresa sus criterios sin el menor pudor.
-Pues yo me dedico a esto porque aquí gano lo que me propongo. En el hospital donde trabajaba en Villa Clara me pagaban cien pesos moneda nacional al mes por dar trapeador ocho horas y hasta más, porque muchas veces no venia el relevo. Pero no tenía otra cosa que hacer, no tengo nivel,… no terminé el doce grado. Tengo l9 años, y como me han dicho, y lo sé, que luzco bien, estoy aprovechando mi juventud. -¿Después?- …yo no pienso en el futuro, cuando sea vieja me dedicaré a descansar lo vivido, pero nadie me va a poder quitar lo bailado. Si no lo hago ahora que puedo, nada tendría. ¿En este país qué otra cosa puede hacer una muchacha llena de aspiraciones?
Hildeliza mira para el micrófono que yo mantengo entre las hojas de un libro para no llamar la atención de la policía y los transeúntes, y con un poquito de temor se acerca para decirnos:
-En estos momentos la cosa está muy dura, la policía que antes nos ayudaba a entrar a los hoteles por cinco fulitas ahora después de las nuevas leyes contra nosotras se miden porque tienen miedo, aquí todos tienen miedo, aunque a veces se hacen de la vista gorda, pero para encontrar a esos hay que buscarlos muy bien.
Liana concluye diciendo, aunque asegura que nunca le ha gustado hacerlo por dinero, pero comenzó porque alguna vez quiso ser médico y como su preuniversitario en el campo no tuvo las mismas oportunidades que los vocacionales donde van los hijos de los políticos y los dirigentes cubanos, se tuvo que resignar con el corte promedio equitativo de cuatro décimas por debajo de los vocacionales de la ciudad y por eso se quedó sin carrera universitaria. La decepción por haberlo dado todo y no tener nada, la llevo de la mano a la apatía y de esta al jineterismo como una opción. Al escucharla le preguntamos que sí pensaba dejar de jinetear algún día, pero sin perdida de tiempo nos dijo: - Por favor no pregunte más – Mientras sus ojos se llenaron de lágrimas