Finaliza
diciembre y continúan
Las
hojas al viento
Y el
corazón ceñido
A un ir
y venir de tintineos
Empeñados
en quedarse
Mi
razón fuera de todo contexto
Atada a
una realidad irreverente
Que no
da tregua a su inteligencia
Sin
importarle como va decayendo
Su paso
en espiral
Sus
ojos de gacela frágil.
Y
todavía hay quién se pregunta
Si lo
que siento es pasajero
Porque
rió a mandíbula abierta
Y lloro
en los recodos del silencio
Tratando
de sacarme la raíz
Pero sigue germinando
En su
necesidad
De recoger lozana los frutos prohibidos
Que
nacerán del tiempo
Pobre razón
Tan
elocuente y insensata a la vez
Empecinada
En un
montoncillo de escombros mal olientes
Con
tanta aurora por descubrir