Si pudiéramos mantenernos
Bajo el manto de los cipreses
Escurrirnos del escrutinio humano
Ser cada vez
Menos resaca
Pero la vida nos lleva
Por senderos de tembladeras
Afectos de cambio
Y hasta el mar
Se convierte en un pequeño charco
Para estos derrumbes
Los rezos son silabas al aire
Desafueros e intemperancias
Tambaleando la fe
Aunque pierdas las rodillas
En el intento
Los amuletos de nada sirven
Ni entonar el canto de los brujos
Creyendo salir de tus calvarios
La vida te convierte en confitura
Desplaza quimeras
Lanza al rostro realidades
Y sin más ni más
No te queda más remedio
Que cargar la cruz
Sobre tu espalda lastimada
Demasiadas controversias
En el yo interior
Porque el exterior pasó
Y no tiene más oportunidades
Que el sillón desvencijado
Y un poquito de café a deshora
Todos queremos ser monarcas
O prósperos príncipes
De la corte del cariño
Complacernos con las tilas
Y los cáñamos bien pobladitos
Atizar la fogata del amor puro
Llenarnos el delantal
De regocijo
A la hora de los encuentros
No perder los ojos
en la lejanía
A merced de los guiños antagónicos
Emboscados en tu mente
Todos los que se fueron
Regresan noche a noche
A turbarte la calma
Y cuando se marchan
Estas repleta
De soledad y destierro
Por dentro y por fuera
Aunque rías a mandíbula abierta
Los perros laman tus piernas retorcidas
Y la manada de gatos silvestres
Se acerque en busca del pan diario
Y así pasan las horas en remembranza
Desfilas como objeto inanimado
Transparente e ignorada
Se dispersan las reverencias
Cambia
Al rincón de los desalojados
s tu anatomía
Y regresas estocada y triste