Frente al mar
Sin alas propias
Veo como las olas llegan
y se van
Atrapan mis lágrimas
Casi purpurinas
Una gaviota pasa y me
sonríe
Detrás mil pajarillos
locos
Debutan
Cansados de buscar
Ese puente imaginario
Que me saque del hueco
Caracolas tan insomnes
como yo
Rodean mi cuerpo
Mi cuerpo manjar de la
aridez
Que polvorea mi piel
atormentada
Desde aquí cuento las
lanchas
Las barcas de papel
Que lanzan los
chiquillos
Observo como llegan los
mendigos
Atrincherados en harapos
de las siete leguas
Los amantes se embisten
Y se besan
Antes de lanzarse a la
mar
Me veo en ellos
También en la hondonada
Que se divisa detrás
Todo a mí alrededor
Alcoholiza pensamiento y
rabia
Me siento a merced del
peor disparate
La soledad está
impregnada
Amores en papeles
La solventan
Todos es remembranza
Que no quiere morir
A pesar de los siglos
Y los meses
Adheridos
A una realidad que no me
toca
Estoy en pleno devaneo
Atizando la braza
Metida en una juventud
Que no me pertenece
A pesar de las pócimas
De esperanzas
Y esta costumbre
De Penélope y
Dulcinea
Aunque Odiseo continúe
lejano
Y los molinos de viento
Despeinen el sortilegio
