Aquí estoy como de costumbre
Con el pecho desnudo
Sobre el solitario lecho
Que tanto sabe de mis cuitas
Aquí sigo torpe
Mujer, niña, casi vieja
Deseándote
Y se agolpan tus palabras tiernas
En todo el territorio
Que ocupo tu mirada
Mientras la pasión
Me hace sudar
Sin ruidos
Tan sólo quejidos interiores
Van despertándome
Y regreso sin prisa
A la última noche desbordada
Al temblor de mis ansias más recónditas
Si supieras
Que aunque parezca un imposible
Sin voz, ni promesas
Ni comprometimientos
Todas las noches
Un haz de luz
Se riega por mi alcoba
Y veo entre la niebla
Tu cuerpo primitivo
Y terso
Atrapado entre relámpagos de sed
Tal vez sean premoniciones
Del deseo
O la verdad revelándose
Pero parece cierto
Y te imagino sensual
Con tus manos de niño grande
Acariciando mis fechas
Si supieras amor que no volviste
Como me tiemblan las caricias
Recordando el chirrido de tus goznes
Cuando tu olor a selva
Resurgía
Y mi cuerpo llovía copiosamente
Aquí estoy como de costumbre
Con el pecho desnudo
Sobre el solitario lecho
Añorando verte regresar
Con tu mundo repleto de esperanzas vírgenes
Mientras pasan las horas
Los días
Las semanas
Los meses
Los años
Y mi amor continúa sin cobija